Hace un par de años cumplí mi sueño de conocer el mágico Sewell (se pronuncia 'Subel'), en la VI Región Cordillera. Se trata de un hermoso campamento minero implementado a comienzos del siglo XX por la compañía norteamericana Braden Copper, en la ladera de la montaña próxima al yacimiento “El Teniente”. Tenía por objeto brindar residencia a los trabajadores de la mina, pero a poco andar se transformó en un verdadero poblado industrial con idiosincrasia.
Vivir en Sewell era ¡de ensueño! y todos quienes tuvieron esa dicha recuerdan con mucho cariño sus años en la montaña, cerca del cielo. Contaban con un cine -que disponía de los estrenos incluso antes que la capital -, salón de eventos, bowling, departamentos - pequeños, pero acogedores -, escuela, Iglesia y un sistema monetario propio. No pasaban estrecheces, la vida era muy apacible. Eso sí, debían ceñirse a las conservadoras y estrictas reglas que imponía la compañía norteamericana a los pobladores.
Aunque hoy el campamento está deshabitado desde hace décadas - producto de un plan de traslado que llevó a los trabajadores y sus familias hasta Rancagua, donde obtuvieron una vivienda - su legado cultural es impresionante, así como la honda huella que dejó este poblado en sus otrora residentes. Es considerado patrimonio cultural y aún destaca por sus hermosas construcciones, que mantienen los vivos y contrastantes colores que caracterizaron sus años de gloria. El campamento está emplazado entre escaleras y es, ciertamente, un lugar que sobrecoge por su acogedora y nostálgica belleza.
Si quieres conocer los vestigios de una época de esplendor minero, puedes visitarlo y maravillarte. Eso sí, no puedes llegar por tus propios medios, ya que si lo haces, no podrás pasar (el lugar es propiedad de Codelco). Por eso, debes contratar un tour en alguna de las empresas que brindan este servicio. Nosotros escogimos la empresa VTS, pero hay tres más que realizan el viaje (Turismo Cultural, Verschae y Asia Reps).
En VTS puedes escoger entre distintos recorridos, los cuales en su inmensa mayoría pasan por Sewell (hay uno que también te lleva a la viña Anakena). Nosotros tomamos el que va al poblado minero en exclusiva, con almuerzo en el Club de Campo Coya. Éste tiene un costo de $40000 por persona (adultos) y $35000 estudiantes (de 7 a 24 años). Los adultos mayores de 60 también pagan ese valor. Para este invierno tienen una promoción: adultos, $34000 y estudiantes, $29.750. Pero ¡ojo!, que si hay nieve en el camino o mal clima, el tour se suspende (nos pasó por dos fines de semana consecutivos).
El recorrido inicia en Parque Arauco, aunque también puedes abordarlo a un costado de la Torre Telefónica (Metro Baquedano). En Rancagua suben los últimos pasajeros, que pagan un importe inferior al de los santiaguinos. Cuando nosotros fuimos, el tour se realizaba exclusivamente en fines de semana. Desconozco si continúa siendo igual, pero pueden consultar.
Una vez en Sewell, tendrán la posibilidad de recorrer algunos de los edificios más emblemáticos y el Museo del Cobre, donde podrán comprar souvenirs. Les recomiendo llevar agua y delicias para picar, pues en la montaña - al menos cuando fuimos - no se vendía más que café. Luego, el bus se dirige al Club de Campo Coya, donde podrás degustar un rico almuerzo que está incluido en la tarifa (aunque puedes declinar el costo, pero ¡bien vale! ya que la comida es exquisita y es impagable la comodidad de no andar cargando termos o potes). Posteriormente, regresa a Santiago. (El recorrido sólo dura un par de horas).
Sé que puede parecerte un poco caro, pero por experiencia te digo: ¡es uno de los sitios más hermosos que puedes visitar, ever! No lamentarás la inversión y recordarás el viaje toda tu vida. Si te animas, te dejo los sites de VTS y Sewell, donde podrás encontrar más información sobre la historia de este poblado y cotizar el viaje con otras compañías. Eso sí, ¡no dejes de conocerlo! Es un gusto que debes brindarte, al menos una vez en tu vida.
Imágenes originales Fucsia.cl