Esta obsesión es un hecho: las mujeres en general adoramos hacer compras. Pero más aún cuando encontramos ofertas.
Hemos escuchado en reiteradas ocasiones que las mujeres vamos por "peras" y volvemos con "manzanas". Y es muy cierto, porque ¿a quién no le ha pasado que va con la idea de adquirir una cosa, pero regresa con otra o con más de las que esperaba?
A quienes les guste vitrinear, entenderán lo que es encontrarse con ofertas y no poder perdérselas. Pero que quede claro que hablamos de las "reales ofertas", no de aquellas que dicen haber bajado, pero en realidad son insignificantes.
Distinto es cuando un descuento supera nuestras expectativas. Por ejemplo, vamos a un supermercado (donde realmente podemos encontrar de todo aunque simplemente vamos por un arroz) y comenzamos a vitrinear cuanta oferta se nos coloque por delante. Es ahí donde nuestra obsesión brota por nuestros poros y sin darnos cuenta vamos echando un cuánto hay de productos de todo tipo, desde ropa hasta comestibles. Y ¡ojo! que las mujeres tendemos no sólo mirar y comprar cosas para nosotras, sino que siempre aprovechamos y vemos productos para la pareja, los hijos, papá, mamá, etc. Además, ¿por qué no que un regalito para la amiga, el baby shower...? (y así una lista de nunca acabar).
Pero sin duda, mientras no sea algo compulsivo o sin manera de frenar, no tiene nada de malo aprovechar las ofertas de vez en cuando. Claro, siempre que nuestros bolsillos aguanten y las tarjetas de crédito no se saturen en compras que no podremos pagar.
Por esto, hay que ser conscientes y no dejarnos llevar por todas las ofertas que aparezcan en nuestro camino, sino que por lo que realmente valga la pena de gastar.
¡Así que ánimo chiquillas, y vamos a ver qué útil oferta podremos encontrar hoy!
Imagen CC John St John