Cuando una comienza una relación, siempre está el miedo de que te sean infiel; pero cuando descubres que el acto se concretó, resulta ser lo peor del mundo. No importa si fue al comienzo o casi al final de la relación, la infidelidad siempre termina trayendo problemas.
Este es el caso de una amiga que descubrió que su novio le había sido infiel al comienzo de la relación. Lo supo cuando ya llevaban 11 meses. Para ella fue terrible, el mundo se le vino abajo. ¿Cómo el hombre que había estado con ellas en las buenas y malas le había sido infiel? el mismo que le juraba amor eterno había tenido un “pequeño desliz" y ella no lo supo hasta después de mucho tiempo.
Mi amiga quedó devastada, sentía una desilusión muy grande y - lo más normal en esas situaciones -, sentía un revoltijo de sentimientos de odio y amor a la vez. No sabía si seguir o no con esa relación.
Lo que yo le aconsejé a mi amiga fue lo siguiente: Lo mejor para estas situaciones es terminar la relación, ya que la infidelidad hiere tu orgullo y es algo que siempre estará rondando tu mente. Luego te vendrán ataques de inseguridad, celos y deseos de vengarte, vas a querer controlar todo lo que está haciendo y eso no es sano para ninguno de los dos.
Aun así, mi amiga decidió perdonarlo y darle una segunda oportunidad, pero con el paso del tiempo los mismos problemas que le anticipé no permitieron que su relación siguiera adelante. Fue entonces que optó por terminar.
Hasta el día de hoy no conozco parejas que hayan continuado su perfecta relación después de descubrir que alguno fue infiel. Si a ti te ocurre esto, espero que pienses en cómo te sentirás si sigues con él. Si puedes perdonarlo y seguir siendo la misma, te admiro por el amor que sientes hacia esa persona, pero si no te sientes capaz de retomar todo a cómo era antes - sin "archivar" el tema, sino ¡borrándolo! de tu memoria - es mejor dejarlo volar y comenzar de nuevo.
Imagen CC Gustavo Minas