Hace un par de años (una década, tal vez) no me molestaba gritar mi edad al mundo. Sentía que mis veintitantos eran lo máximo y qué ganas de seguir cumpliendo años, creciendo en experiencias. Me sentía plena, tal como quería. Veía la teleserie “Los treinta” y sentía que eran la edad más bacán, sin comprender cómo algunas de mis compañeras - ya mayores - se acomplejaban por su edad y preferían omitirla.
Hoy, cuando yo misma transito por la atractiva curva de la treintena (esa en que se supone que tienes la vida resuelta, poder adquisitivo y luces regia como nunca), debo admitir que revelar cuántos años tengo ya no resulta tan simpático como antaño. Si bien cada lustro que he vivido se valora (con todo lo bueno y lo malo que estos van dejando), no cae tan bien esa lentitud para bajar de peso, el cansancio al final del día, las canas o la presión social, entre muchas otras cosas que implican “tener 30”
Es curioso cómo a medida que cumples años, menos conforme te sientes de tenerlos y pierdes un poco el orgullo inicial de contar cada ciclo que has vivido como una hazaña. Lo que se manifiesta en los niños cada vez que les preguntas su edad. ¡Ninguno miente ni la oculta!
En atención a lo anterior es que Dove lanzó una nueva campaña destinada a incentivar a las mujeres a aceptar sus años sin vergüenza ni nostalgia de décadas esplendorosas. Contentas y satisfechas con cada velita de nuestra torta, como cuando éramos niñas. Esto, ya que estudios realizados por Edelman Berland señalan que sólo un 10 por ciento de las mujeres adultas sigue revelando su edad con naturalidad, versus un 73 por ciento que se complica por el envejecimiento y los cambios en su apariencia. Es más, la mayoría considera la juventud como un requisito “sine qua non” para estar “vigentes”, por lo que una de cada cuatro féminas “rebaja” generosamente los años confesados.
Esta marca cosmética cree que cada mujer debe sentirse contenta con su edad e independiente de cuál sea, celebrar su belleza. Por lo mismo, nos invita a disfrutar de su inspirador video después del salto:
Y tú, ¿cuántos años tienes?