Creo que todas hemos pasado por una etapa de locura (sea en la adolescencia o comenzando la juventud) donde el primer hombre que veíamos que era de nuestro tipo debía estar con nosotras a como diera lugar.
Así me pasó el primer año de Universidad, donde conocí a un rockero de pelo largo, que vestía de negro todos los días y era pálido como un fantasma. Para mí era el hombre más guapo que había visto en la vida. En otras palabras, me obsesioné completamente con él y era terrible, porque no podía quitármelo de la cabeza.
Lo más ‘cuatico’ era que ni siquiera me dirigía la palabra, mientras que yo soñaba dormida y despierta con que estaríamos juntos, que sería mi príncipe azul y poco menos me casaría con él.
Mis pobres amigas fueron mis cómplices en todo y con mucha paciencia, ya que las obligaba a leer los cientos de historias que escribía pensando en él y escucharme todos los días decir que “en una semana más estaremos juntos”. Pero eso no era lo peor, sino que ¡las enviaba a perseguirlo!. Donde él estaba tenía que estar yo y propiciar un encuentro a cualquier precio. Para mí, el lema del momento era ¡en el amor y en la guerra todo se vale!
¿Qué locura no?
Ahora pienso en ese pobre individuo y cómo se habrá sentido con una loca persiguiéndolo por toda la U. Más encima, que luego se sumaran dos locas más, porque mis amigas no me podían dejar sola o después les llegaba EL reto, ¡jaja!.
Recuerdo una plancha horrible que pasé cuando estuve esperándolo todo el día en la biblioteca. Mi fijación por él era tan grande, que nada podía distraerme ni suplir mi deseo de verlo. Llegó en la tarde y me dijo "¡y tú todavía por estos lados!" Yo, la muy gansa, le dije que recién había llegado a la U y él me respondió: "Pero si yo pasé muchas veces por acá y siempre te vi en este mismo asiento". ¡Trágame tierra!
¡Qué plancha! Quería irme donde nadie me viera, y sí, me había quedado dormida esperándolo... ¡pero jamás pensé que me había visto!. Lo cierto es que en esos momentos en que nos encontramos con la persona que nos gusta, decimos la primera estupidez que se nos viene a la cabeza ¿O no?
Menos mal que fue sólo una locura de primer año de U o ¿se imaginan como sería ahora? Uff, estaría como la Bernardita de “Chipe Libre” Jaja, cosas por la que una pasa, son periodos.
Y ustedes, ¿se han obsesionado con algún bombonazo?
Imagen CC AlexSlocker