Honestamente, es simple decir porque amamos a Christian Bale. Está claro que es uno de los actores más grandes de Hollywood y ha logrado estrujar su talento durante toda su carrera actoral. Desde muy pequeño, destacó en sus actuaciones como Newsies o el impresionante film "El imperio del Sol", junto a John Malkovich..
Foto CC Wikipedia
Es su versatilidad la que lo ha convertido en el heredero de los grandes, en una sucesión de héroes, villanos, locos, pero jamás un galán hecho y derecho. Querrán matarme, pero honestamente Bruce Wayne se aleja del galán promedio o el enamorado sin materia gris.
Sin duda, el Bruce Wayne de Chris es una masterpiece del séptimo arte, una construcción magistral desde la elaboración psicológica, hasta el entrenamiento de horas al que tuvo que someterse. Porque eso es este gran actor, una máquina de transformaciones.
Podemos conocer su anatomía, pero nunca se verá de la misma forma de una película a otra: la enfermedad corporal en el luchador, el irresistible sicópata americano, y un largo etcétera, pero siempre la misma conclusión: Christian Bale es de lo más grande de Hollywood.
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Chris no necesita llorar por un ÓSCAR como Leo Di Caprio (A todo esto, ya tiene uno en su poder por “El Luchador” junto a Mark Wahlberg), no necesita ir en busca de enamoradas y puede ser un héroe sin ser picado por una araña radiactiva. Además, sin duda ha sido compañero de elenco de los grandes, pasando por Gary Oldman, Morgan Freeman, Michael Caine, Hugh Jackman, John Malkovich, entre otros.
Dirigido por grandes productores, directores, amamos a Bale porque es un talento gigante y un titán de las películas . Aunque Ben Affleck haga el esfuerzo, siempre Christian será el Batman que salvó a ciudad Gótica de la venganza de Liam Neeson y que nos lleva al delirio cuando entrena para transformarse en una máquina oscura.
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