Shailene Woodley, protagonista de cintas tan taquilleras como “Divergente” y “Bajo la misma estrella”, es ferviente defensora de una insólita costumbre: nada menos que ingerir barro. Así, tal como lo leíste. Se trata de la última moda de las celebs en pos de la belleza, a la que también adhiere Zoë Kravitz, compañera de reparto de Shailene en la cinta distópica.
Pero, ¿cómo es eso de que comer tierra y piedras mojadas es beneficioso para la salud? Bueno, todo comenzó cuando la intérprete de “Hazel Grace” comentó en el blog “Into the glass” su curioso hábito, señalando que correspondía a la sugerencia que recibió de un taxista de origen africano. “Allá las embarazadas lo consumen, porque el cuerpo no lo absorbe y aparentemente suministra una carga negativa que se adhiere a isótopos negativos”, precisó.
La actriz ha sido una activa promotora de esta costumbre, llamada “geofagia”; la cual es ampliamente cuestionada por profesionales de la salud. Argumentan que puede provocar daños irreparables si no se lleva a cabo con las providencias necesarias, ya que el material eventualmente contiene elementos tóxicos como plomo o arsénico. Además, no sería inusual hallar excrementos de animales. Por eso, aunque el barro es utilizado como mascarilla en tratamientos de belleza, su consumo por vía oral no es de lo más recomendable.
Los expertos son enfáticos en desestimar esta ‘terapia’: “La suciedad no deja de serlo, llámese como se llame. Y esta práctica conlleva asociados muchos riesgos”, indicó el doctor Kent Sepkowitz a “The Daily Best”; mientras que la doctora Sarah Jarvis dijo a BBC que “con frecuencia existe un pequeño elemento de verdad en las modas pasajeras (de hecho, el consumo de arcilla era común en las mujeres de la España del siglo XVII); no obstante el problema aparece cuando se exagera y desata la fiebre”.
Y tú, ¿incluirías el barro en tu dieta?
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