Llevaba un buen tiempo en una pega, conocía a todos y nadie había logrado captar mi atención. Bueno, corresponde, ¿no? Si una va a trabajar, jaja ¡no a hacer un casting para encontrar pololo!.
Sin embargo, un día llegó un compañero nuevo: muy simpático y con excelente vibra. Una de mis amigas de la empresa me comenzó a molestar con él, ya que lo único que quería era que yo encontrara pareja.
No le di importancia, sólo reí de la situación. Le decía a mi compañera que porque mejor no se le acercaba ella, ya que tanto le gustaba su forma de ser. Al final, era muy chistoso todo. Hasta que se dio una instancia en la que él iría a un pub y le comentó esto a mi “Celestina”. Claro, ella se volvió loca insistiendo en que debía ir y salir con él, hasta que adivinen… ¡Lo logró!
Ese día fue raro, estaba muy cansada y tenía mucho sueño. Llegué a mi casa y me recosté. Estaba por quedarme dormida, pero una corazonada me hizo levantarme, arreglarme e ir al lugar del famoso encuentro.
Y así comenzó mi historia, en una noche de luces, buenos tragos e interesante conversación. Luego de ese día, fuimos varias veces al mismo lugar y se fueron dando las cosas, de una manera muy linda. Pero había un gran problema: nuestro lugar de trabajo. Claro, nadie podía saber de nuestro romance o tendríamos serios aprietos en el ámbito laboral. Sin embargo, no por eso nos íbamos a separar, al contrario: seguimos más juntos que nunca.
Y ¿saben? ¡Fue adrenalínico! Sí, con ese toque de misterio que tanto me gusta, tener algo oculto, romántico y lindo al mismo tiempo hacía mucho más interesante la rutina. ¡Esas ganas que me daban de llenarlo de besos ahí mismo, frente a todo el mundo! El secreto incrementaba el torbellino de emociones que revolvía mis días, hasta el punto de querer ir a ¡encerrarnos al baño! Una total locura.
Fue una experiencia bastante particular, con "casamentera" de por medio y compañeros que a veces miraban con sospecha. Me sentí viviendo un amor clandestino, con toda la euforia que eso conlleva.
Hasta el día de hoy me pregunto si alguien se habrá dado cuenta de lo nuestro en el trabajo. Y si así fue, ¡que más da! La experiencia estuvo genial
Y ustedes ¿Alguna aventura laboral que contar?
Imagen CC winterofdiscontent