Lo reconozco: ¡amo las teleseries!. Y, cuando se aproxima una nueva “guerra”, taso las distintas opciones para finalmente escoger cuál seguiré durante el semestre.
Es en este afán que durante esta semana vi con mucho interés algunos capítulos de las teleseries en pantalla. Particularmente, “Pituca sin lucas” y “Valió la pena”. Tenía importantes razones para querer apreciar la segunda historia; sin embargo, mi opción final fue la de Mega. Les contaré por qué.
1. Me es difícil reconocer en mi día a día a los “teenagers” que presenta el 13. Ya antes les había contado que toda historia que involucre niños me toca el alma. Sin embargo (y como mamá de un “teen”), debo admitir que el carácter y actitudes que el canal suele mostrar en los chicos de esta edad, no lo reconozco. Al menos no en mi realidad.
Ni mi hijo ni sus compañeros acostumbran “echarse al bolsillo” a los adultos apenas a unos minutos de conocerlos, ni tutearlos de manera inmediata. ¡Menos aún mostrar sus mañas y la rebeldía propia de la adolescencia, ya que eso lo dejan para sus esferas de confianza! Son chiquillos bien encantadores. Y contrario a eso, aunque la protagonista de esta novela tenga un “ángel” especial, corresponde al estereotipo del “niño-bien” un tanto malcriado que al 13 le fascina mostrar (revisar “Soltera otra vez” y “Papi Ricky”). Puede que así sean los “teens” con que habitualmente alternan los guionistas, pero no aquellos con que yo trato a diario. En este punto, me es más fácil identificar a los que muestra “Pituca sin lucas”.
2. Cristián Arriagada, ¿viejo?. Ok, esto me colapsó. Aún más, me deprimió. Tenemos la misma edad, aunque probablemente en la novela este guapo represente a un personaje un tanto mayor. Aún así, me cuesta visualizarlo como padre putativo de un joven que - a simple vista - debe tener unos 8 años menos que nosotros. Y más aún, que éste le diga “viejo”. (Ni hablar de que la minísima Mónica Godoy sea su verdadera “madre”) ¡Déjenme disfrutar mis 30 y siempre sin sentirme acabada!
3. ¿De verdad es romántico que el personaje de Cristián Arriagada abandone un matrimonio de años por alguien que recién conoce? De acuerdo, esas cosas pasan. Pero, ¿por qué debemos disfrutar y suspirar viéndolas?
Aún con estos aspectos, la novela tiene cosas entretenidas, como el divertido clon de “Luli” (Ingrid Parra), el misterioso enredo con sabor a mafia que llevó a Sergio / Rodrigo (Francisco Pérez - Bannen) a separarse de su hija y la relación que establece con Antonia (Josefina Montané), una chica tan bella como insegura. (¡Ya!, ¿Josefina Montané insegura? ¿Sintiendo que no es bonita? Bueno, es una teleserie).
En definitiva, si bien esta novela parece valer la pena, al menos yo me quedo con “Pituca sin lucas”. ¿Y tú?
Imagen Facebook Valió la Pena