Las mujeres podemos ser infieles por varias razones y - a diferencia de los hombres -, no es sólo por mirar chicos guapos en la calle, ni porque nuestro "instinto" nos obligue. Si decidimos "mirar para el lado", es porque en casa o con la pareja, nos sentimos abandonadas e infelices.
Las mujeres necesitamos atención, que nos hagan sentir lindas y deseadas. No dormir al lado de un hombre que parece "un hermano".
A continuación, te detallaré algunas de las razones por las que una mujer decide ser infiel (o al menos, las que me han llevado a mí a esa conducta):
1.- Los encuentros sexuales con nuestra pareja son insatisfactorios: En conversaciones con amigas (y de acuerdo a mi propia experiencia), "obligar" a nuestro pololo - o bien, tomar siempre la iniciativa -, nos aburre y aleja. Desmotiva que él no quiera hacer hacer el amor y simplemente, nos hace pensar que ya no nos quiere o no le atraemos físicamente.
2.- Te ignora: No hay cosa peor y que nos haga sentir más rechazadas que, al acercamos a la pareja, él nos ignore y evite nuestros abrazos. Una de las razones que nos podrían llevar a la infidelidad es no sentirnos queridas ni importantes para nuestros esposos, novios o pololos.
3.- Habla sólo de él: Es muy desagradable para cualquier mujer que su pareja no se detenga ni un segundo para saber cómo estuvo su día, limitándose a hablar de él. Eso, practicamente nos empuja a buscar otros brazos.
4.- Quiere quedarse en casa y nada más: Invitarlo a salir y recibir como respuesta un no rotundo y reiterado, termina por agotarnos. Nosotras necesitamos que él nos "regalonee", nos invite a salir y rompamos la rutina. Es por esto que "un amante" se vuelve ideal, ya que nos entrega la adrenalina que en la pareja no hallamos.
5.- Te trata como la amiga con bigotes: Es aquella que él ya no hace sentir linda ni deseada; quien aconseja en cosas tan masculinas como cuándo ir a jugar a la pelota o cuáles son las mejores cremas para remover durezas de los píes. Eso nos termina aburriendo y preferimos buscar un galán que se fije en nuestra ropa, maquillaje y resaltar la belleza que ve en nosotras.
Es por esto que dicen que el amor es como una flor: "Si no se riega, se marchita". Estoy de acuerdo con que en las infidelidades nunca la culpa es sólo de quien la comete, sino que una cosa lleva a la otra y - en el caso de las mujeres - si nos descuidan, no tenemos 100 años de juventud para esperar a que nuestras parejas reaccionen.