Hemos escuchado reiteradas veces, todos los días, de lunes a viernes, reiteradas quejas femeninas respecto del traslado en bus. Por lo general, se concentran en las horas punta, cuando los paraderos están atiborrados de gente queriendo tomar el próximo transporte. Las ciudades están colapsadas y hay un constante atochamiento en el transporte público. Una situación que es de lo más desagradable si lo vemos por el lado negativo. Pero en esta oportunidad les quiero decir que existen 5 razones “positivas” por las cuales no es tan mala idea usar el bus.
Razón 1: cuando lo vemos a lo lejos y aún vamos caminando tranquilamente hacia el paradero, corremos. Es un excelente ejercicio para la mañana, ya que acelera el metabolismo y nos permite 30 segundo de acción aeróbica que no tendremos en el resto del día. Si nos deja el bus, pensemos positivamente: “ya hicimos ejercicio”.
Razón 2: al entrar en el bus - prácticamente de milagro - nos damos cuenta que estamos más delgadas, asunto que nos sube el autoestima mañanero. Esos 500 gramos que perdimos nos facilitan entrar en la multitud apretada del bus. Seguramente "si hubiésemos comido ese plato de pasta ayer no habríamos cabido". Esto quiere decir que la dieta sí resulta.
Razón 3: estamos al día en las últimas tendencias de maquillaje. Así es: cuando estamos en el bus y vemos a esa chica - que logró, después de un esfuerzo sobrehumano, obtener un asiento - abrir su cartera o cosmetiquero y comenzar a maquillarse, podemos tomar nota de qué es lo más trendy de la temporada. Si somos nosotras las que conseguimos el asiento, aún mejor, porque llegaremos lindas a la oficina.
Razón 4: podemos conocer al hombre de nuestros sueños. Luego de pasar el mal rato y finalmente lograr algún espacio que nos permita respirar, levantamos la mirada y hacemos un rápido scanner entre los presentes. Allí puede estar el hombre de tu vida. Sólo con una mirada hacia el extremo opuesto del bus lo puedes descubrir. O simplemente, levantas el rostro y está al frente tuyo, jugando como niño con su smartphone. Tal vez una sonrisa logre conquistarlo.
Razón 5: Disfruta del paisaje. Muchas veces estamos tan apuradas con nuestros quehaceres, absortas en los pensamientos, que no nos damos cuenta lo que sucede afuera y de cuánto nos estamos perdiendo. Pon en tu MP3 o smartphone tu música predilecta, busca tener visión desde la ventana del bus y disfruta del paisaje. Aunque no lo creas, éste es muy diferente cada día y te dará un respiro a tu agitada agenda.
Estas son algunas de las razones por las cuales no es tan terrible tomar el bus en las mañanas. Siempre hay que buscarle el lado positivo a rutina. De esa manera sonreír y tener una mejor semana.
Imagen CC Bruno Piatti