¿Realmente existe un instante preciso para tener hijos? Es una pregunta que retumba en las mentes de las parejas que lo desean pero aún no están seguros de dar ese paso.
Muchos tienen la ilusión de disfrutar los primeros años de matrimonio y después pensar en hacer crecer la familia. Otros desean tener hijos de inmediato, porque su idea es ser padres jóvenes. Algunos ni siquiera se plantean los hijos en un primer momento de la relación y éstos llegan de improviso. Cada caso es diferente porque las parejas son diferentes y las situaciones que se viven también. Así que a la pregunta: ¿llegó el momento de tener hijos? sólo les puedo comentar que sí, siempre que así lo sientan.
Lo primero que hay que pensar, más allá de la situación económica, laboral o profesional es ¿por qué quiero o queremos tener un hijo?. Tenía amigas que cuando ya llevaban algunos años de casadas y la cosa se ponía difícil en el matrimonio, comentaban “llegó la hora de tener bebés”. Sucede que muchas mujeres piensan que el tener un hijo las unirá mucho más a su pareja, incluso que un niño puede ser la salvación para un matrimonio a punto de fallecer. Nada más equivocado que eso. Es posible que quedar embarazada y tener un hijo te una más “temporalmente” con tu esposo o pareja, pero al final si la relación está acabada no hay hijo que cambie eso. El traer un niño al mundo con este pensamiento puede traer consigo nefastas consecuencias para ti y el niño. La estabilidad de pareja es muy importante.
A mi me pasó diferente. Luego de 9 años de matrimonio y algunos intentos fallidos de tener hijos, había decidido separarme y entre una reconciliación y otra… Plop!! Quedamos embarazados. Como les digo, si la relación está para acabarse, se acaba. Mi esposo estuvo conmigo los 9 meses y unos cuantos más después que nació la niña. Pero después de eso le hice las maletas y se acabó. El momento perfecto no existe.
Otra cosa es saber ¿Quién de los dos quiere tener un hijo? ¿Los dos?. Cuando llega el momento de conversar en serio sobre los hijos hay que estar claro si uno como mujer es quien quiere tener bebes o si es porque su pareja los desea. El tener un hijo es de dos (cuando se vive en pareja), y ambos deben estar de acuerdo. No es lo mismo complacer al otro en la película que verán en la tele, que trayendo un hijo al mundo, porque si de eso se trata, mejor traer un cachorrito a la casa a ver si se puede con esa responsabilidad.
El poder social es otro elemento importante, ya que después de que una comienza una relación y ésta se va alargando, comienzan los amigos y familiares a preguntar por los hijos y esto no te debe presionar. Es un real fastidio que te digan “¿y ustedes cuándo?”. “Un día de estos” era siempre mi respuesta. La verdad es que yo estaba tan full de trabajo, a gusto con lo que hacía, superándome profesionalmente, que lo menos que quería era un hijo en aquellos momentos de gloria. Para ser más pesada, decía “cuando tenga quien lo cuide y lo mantenga”, porque yo no daba abasto.
La edad femenina. Ese es otro tema. Cuando quise tener bebés y comenzamos los intentos de dejar las pastillas y hacernos los exámenes de rigor, ya estaba entrada en los 30. La gente decía: “se te está pasando el tiempo de tener hijos” .Y claro, cuanto artículo una lee te dice que antes de los 35 es la edad “ideal”, ya que un poco más allá de esa época cuesta más, pero no es imposible. Mis 2 primeros embarazos los perdí, sin razón ni motivo aparente. Por eso me había distraído con el tema, y de un día para otro, sin pensarlo mucho, allí estaba creciéndome la panza.
Conforme crecía la guata, también crecían mis angustias sobre el tema económico. Cuando nos ponemos a sacar cuentas de los pañales, la leche, los médicos, y pare usted de contar, la cartera se va secando y nuestros sueños de adulto debemos dejarlos a un lado. No dejes de hacer nada, vive la vida a plenitud antes de decidir tener un bebé, porque luego te costará mucho más.
Los años pasan y ya no compras pañales, te preocupas por el colegio en que deben estudiar, los útiles escolares, las actividades extracurriculares, los cumpleaños… y después de todo eso por la universidad. Tener un hijo es una aventura que nunca se acaba, es por eso que tenemos que tener buen pulso a la hora de sacar cuentas. Importante es que tomes en consideración que no existe el lugar ideal para criar a tu hijo. Ya que el mundo está lleno de contaminación, drogas, alimentos chatarra, el cigarrillo, etc. y no hay nada que puedas hacer para meterlos en una burbuja... Si no tienes dotes de educador, mejor piénsalo.
Otra cosa es que gustos y deseos pasan a segundo plano, incluso la vida en pareja y con los amigos cambia, ya que nos rodeamos de un grupo diferente. En especial, de aquellos que tienen hijos y los mismos intereses. Ya quedan en el pesado los amigos de carrete y las amanecidas hasta el día siguiente. Si somos muy rumberas debemos pensar en esto, porque definitivamente los primeros años de vida de nuestros hijos son de carretes entre chupetes y pañales. Para eso hay que realmente mentalizarse, que se los digo yo, ¡¡ las noches de encierro las matarán!!.
Pero no todo es tan terrible, porque la verdad es un cambio de vida que te da alegrías infinitas. Tener un hijo es maravilloso y simplemente debemos adaptarnos a sus necesidades y compartibilizarlas con las nuestras. Las actividades de ocio están teñidas de matices diferentes, pero igual podemos andar en bicicleta, salir de paseo y alguna escapada al cine, mientras el niño duerme plácidamente en el coche. Además los carretes se hacen en las casas y allí puedes llevar con tranquilidad a tu hijo. Recuerda que no siempre será pequeño y que conforme pase el tiempo las cosas irán cambiando. Esto será una prueba de paciencia y adaptación.
Yo asumí el tema de la maternidad a solas. Es una tarea importante, tal vez la más importante de nuestras vidas, porque somos formadores de un ser humano. Es estresante y agotadora, pero nos regala una sonrisa cada mañana. Una experiencia en la cual no sólo crece mi hija, sino también yo, porque aprendemos la una de la otra.
El momento ideal es cuando tú y tu pareja lo crean, cuando tu cuerpo te lo diga y te sientas emocionalmente preparada. Deben estar más unidos que nunca, sentirse a gusto y con tanto amor, que éste se pueda compartir con un nuevo ser especial. No tengas miedo de pensar si es o no el momento, los hijos llegan y nos llenan de amor. Sólo entonces te darás cuenta que fue “el momento indicado”
Imagen CC MakuKulden