Finalmente, el cuento de hadas 40/20 entre Sigrid Alegría y Alonso Quinteros quedó en el pasado, dejando para la posteridad el registro de aquella romántica petición de pololeo frente a las cámaras de Vértigo y la controversia de una relación sentimental con miembros tan disimiles.
Alonso, llamado por los medios el “toy boy” de Sigrid, tiene sólo 2 años más que el hijo de la actriz (del mismo nombre). Ingredientes sobraban para que la historia fuera “sabrosa” y contara con amplia cobertura por parte de la prensa de farándula. Contrario a los presagios, el romance duró poco más de un año, siendo su epílogo quizás la crónica de una muerte anunciada.
¿Por qué? De acuerdo con especialistas, es difícil que una relación de estas características - con una diferencia de dos décadas - se sostenga a través de los años. Y si lo pensamos bien, no es un planteamiento descabellado: en la vida vamos atravesando diversas etapas evolutivas, en las cuales las prioridades cambian, así como también los intereses. Es un proceso natural y así es como a los 30, ya no tenemos la misma energía ni el metabolismo de los 20. Nuestras preocupaciones son distintas y también lo que buscamos en nuestras relaciones. Si esa diferencia se da en tan sólo un par de años, ¡imagínense cuántas tienen lugar en veinte!
Ojo, no me refiero a la generalidad, ya que siempre existen excepciones. Las historias 40 / 20 tienen mejor pronóstico mientras más madura sea la persona menor y viceversa. Así, el “mayor” de la relación deberá ser lúdico y mantener intacto su espíritu joven, así como el dinamismo para seguir el trote a su conquista. Claro que en la mayoría de los casos, estos esfuerzos son iniciales y el tiempo termina por pasar la cuenta.
Así, el romance de Sigrid y Alonso se suma a una larga lista de canitas al aire 40 / 20 que - pese a la dulce y apasionada experiencia - no llegaron a buen puerto. Y tú, ¿has tenido algún romance con tamaña diferencia? ¡Cuéntanos la experiencia!
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