¿Soñaste con cuentos de hadas cuando era niña? Todas deseamos alguna vez tener un hada madrina, quien nos rescataría de las brujas de la escuela; nos daría una manito con el vestido o escogería a nuestro príncipe azul. Pero no todo es magia en el mundo y detrás de esas varitas está la realidad.
Camelia, con más de trescientos años en la ardua labor de hada madrina, recibe la petición de una de sus colegas para encargarse de Simón, un joven demasiado corriente para ser alguien. Pero ese no era su principal "detalle": él estaba enamorado de una princesa, la cual no se quería casar y que - por estar en edad de hacerlo -, debía ser entregada al príncipe que se hiciera merecedor del trono y su corazón.
Pero las cosas en el camino se complican: la política, los poderes del Reino y la oposición del mismo Mundo Mágico se moverán para impedir que Simón se encuentre con la princesa Asteria. Camelia hará cuanto esté en sus manos, hasta que su propio sentimiento la llevará a tomar una decisión que podría cambiar el destino de muchos.
Un libro para nada infantil, que te acercará a la realidad tras la historia conocida, remecerá tus recuerdos de infancia y te hará entender - ya siendo adulta - por qué debiste poner atención antes de dormir.
Escrita por la tremenda Laura Gallego —española, merecedora del premio Cervantes Chico—: es una gran obra creativa, llena de investigación y de enseñanzas de profundo peso emocional y social. Lejos de ser un cuento de hadas, esta novela habla del desgaste laboral, de nuestros objetivos, de los sueños diluidos y cómo nuestra intervención puede cambiar el mundo para bien, pero también para mal. Una cadena de acontecimientos puede poner todo patas arriba y si le sumas el amor, el despecho y el odio, tendrás una mezcla más poderosa que la magia de todo el reino.
Un relato que confrontará desde tus recuerdos, a la persona que eres hoy; momento en que la fidelidad a ti misma se verá enfrentada a tus sueños del pasado. Una historia que te llegará a lo más hondo. ¿Lista, entonces, para descubrir la verdad?
Imagen Twitter @LauraGallego