Las mujeres somos expertas en seducir, sea de manera inconsciente o a propósito. Algunos gestos -generalmente impensados -, simplemente enloquecen a los hombres. Por eso, a continuación damos cuenta de esos “detalles” irresistiblemente sexies que tenemos… ¡para que les saques partido a gusto!
1. Tocar tus piernas: Es usual que al tenerlas cruzadas, las acariciemos inconscientemente o nos piquen, por lo que les damos unos suaves toques para aliviar la comezón. Pues bien, ahora sabes que este simple gesto ¡lo enciende a niveles insospechados!. Súmale una coqueta minifalda y tenemos seducción garantizada.
2. Acariciarte el cuello: Se trata de una zona erógena, altamente sensual y atractiva. Que lo toques suave y coquetamente, hará que su imaginación vuele sin límites. La mejor excusa para hacerlo es acomodarte el cabello. ¡No lo resistirá!
3. Morder tu labio inferior: Sabemos que evidencia nerviosismo, pero es un gesto con una carga sensual indiscutible, y muy sugerente. No en vano, a Anastasia Steele buenos resultados dio. ¡El sexy Christian Grey enloquecía con eso! Pruébalo y ¡disfruta sus consecuencias!
4. Sacudir tu cabello: Llevar el pelo suelto y alborotado resulta bastante sensual para ellos, pero si además lo sacudimos coquetamente, los resultados serán ¡incendiarios!. Si quieres hacer de este gesto una provocación más salvaje y directa, míralo a los ojos mientras mueves tu cabello. ¡Nunca te olvidará!.
5. Juguetear con objetos: Los bordes de tu copa, un lápiz o un koyak en tu boca. ¡Simple, pero irresistible! Ver tus manos meciendo o acariciando estos objetos desencadenará un cúmulo de pensamientos en su mente, y no precisamente "blancos". Los movimientos que hagas con estos artilugios son hipnóticos para él, aún cuando no te percates de ello.
6. Descubrir un hombro: Las poleras desbocadas, que dejan entrever tus hombros, les alborotan todas las hormonas. Úsalas si estás planeando una noche de pasión. ¡Son infalibles! Si te falta esta prenda, utiliza un top con pabilos y deja que - en un momento determinado -, uno de ellos caiga casualmente. Perderá la razón, ¡no digas que no te avisamos!
Y tú, ¿cuántas veces sedujiste “sin querer queriendo”?
Imagen CC Jason