¿Hace cuánto que no haces una “limpieza” de Facebook? Es habitual que dediquemos tiempo a dejar nuestra pieza inmaculada, ordenar la cartera o filtrar los “spams” que nos llegan al correo. Pero, ¿nos preocupamos de “desmalezar” esta importante red social?.
En los tiempos que corren, la creación de Mark Zuckerberg es casi nuestro “alter ego” en el espacio virtual, por lo que mantener esta cuenta libre de intrusos debería ser prioridad. Sabemos que los múltiplos de cien son una cifra llamativa en tu lista de “amigos”, pero ¿a cuántos de ellos puedes considerar realmente tales? Está claro que calidad pesa más que cantidad, en especial si se trata de las personas con quienes compartes gran número de contenidos personales. Así es que ¡anímate a un aseo profundo!, con énfasis en estos especímenes:
1. El “stalker”: Se trata de aquel personaje a quien consideras amigo, pero cuyo Facebook tiene menos actividad que la gárgola de un mausoleo. Jamás actualiza estado, ni comparte noticias, sube imágenes o digita alguna letra pobre y solitaria. Incluso es probable que te tenga con acceso restringido, lo cual puedes comprobar fácilmente si en su muro no hay más que su foto de perfil y - con suerte - la portada. Por si no lo has notado, el tipo en cuestión sólo quiere ver qué publicas, pero no tiene ningún interés en que tú accedas a sus contenidos. Esto te pone en una injusta posición de desventaja. ¿Para qué quieres compartir tu información con quien no te tiene confianza? ¡Elimina ya ese peso “muerto” de tu Facebook!
2. El jote: Es el que no falla y da “like” a cada imagen que publicas, así sea que te vayas levantando o te hayan etiquetado en fotos del último carrete con tu peor cara de resaca. A sus pulgares alzados se suma generalmente un comentario edulcorado que alaba lo bien que te ves, valiéndose de frases clichés o poesía isabelina. Es usual que te trate de “mi niña” u otros apelativos que te hagan picar las muelas. Lo malo es que está tan pendiente que incomoda y no se da cuenta. Si no tienes intenciones con él, mejor corta por lo sano. Más vale dejar las cosas claras de una vez que tenerlo moviendo patéticamente la colita ante cada nueva info en tu Face.
3. El desconocido: Cuando Facebook recién comenzó a masificarse, era usual que a alguien le “cayera bien” tu foto y decidiera agregarte como amiga. Ahora que sabemos que esta red es adictiva y que compartir toneladas de información es algo normal, más vale ser cautas. Ese guapo extraño que vio tu foto en esta red y te agregó porque además tenían gustos similares, puede ser desde una mina que te tiene celos, hasta un púber que alucinó con tu belleza y simpatía. Todo esto, pasando peligrosamente por los infaltables amigos de lo ajeno. Por eso, ¡ten la máxima precaución al revisar tu lista de amigos!
4. El alumbrado: Aquel personaje que se pasa jactándose de sus viajes, buena vida, pasatiempos, lujos y éxitos de manera petulante, no es un agregado sano entre tus contactos. No aporta, probablemente comparte información incompleta o falsa y te hace sentir miserable, ya que a su misma edad no tienes ni la mitad de lo que él se ufana. ¡Y te lo hace notar! Lo más probable es que se trate de una persona muy insegura, que se siente disconforme con su realidad y construye otra virtual. Aquí tienes dos caminos: o lo tomas como “la mascota” del listado o lo eliminas sin más.
5. El penoso: Es el personaje patético que tira palos a medio mundo a través de su estado, entre lamentaciones por lo cruel que es la vida, el mundo y las circunstancias, las cuales se ensañan con su suerte. El punto es que la mala vibra se contagia y leer sus constantes destilados de amargura terminará dejándote una sensación igual de agria. Si no se trata de alguien cercano, ¡aleja a ese vampiro emocional de tu cyber universo!; pero si se trata de un “amigo” llorón al cual te da pena bloquear, limita el número de publicaciones visibles y ¡santo remedio!
6. El psicópata: Este personaje es ¡todo un caso!. Está pendiente de cada cosa que publicas y eventualmente comenta como si fuera tu íntimo amigo, en circunstancias que hace meses no cruzan palabra. Lo habitual es que se trate de una persona de tu mismo sexo, la cual curiosamente empieza a dar “like” a todo cuanto compartes, le gustan las mismas marcas que a ti, agrega a personas de tu lista de amigos (que no la han visto ni en pelea de perros) y se añade a los grupos que integras, en los cuales no tiene ni pito que tocar. ¡Qué miedo, pero es real! A éste no sólo lo borres, ¡bloquéalo! Y si puedes, deja también una constancia en Carabineros.
Recuerda que la información que circula en estas plataformas es tanta, que puede terminar afectando tus emociones o volviéndose en tu contra. Por eso, extremar los cuidados digitales ¡nunca está de más!.
Y tú, ¿a qué otro personaje sugerirías borrar?
Imagen CC Christoph Aigner