Debo admitir que sólo en dos ocasiones he sido infiel. Aunque no me enorgullece admitirlo, ni lo justifico, puedo dar por seguro que siempre habrá un motivo de peso para verse envuelto en esta situación así.
En mi caso, el primer episodio de engaño fue motivado por la sed de venganza y querer decir: "¡Toma!, soy igual que tú y aunque perdono, no olvido". ¡Y no olvidé! En la primera oportunidad que tuve para pagar con la misma moneda, lo hice. Y aunque ni siquiera me interesaba el otro involucrado, por lo menos me quedé con la satisfacción de que estábamos iguales.
Una actitud inmadura me dirán y ¡sí, lo es!. Con los años aprendí que el perdón debe ser verdadero y de corazón, así como también que engañar porque nos lo han hecho primero no es el camino, ni la solución. Porque la realidad - aunque incorrecta - es que una infidelidad nace porque sentiste cosas por esa persona, mientras existe una crisis con el engañado.
La segunda vez que me pasó - tras años de la primera experiencia -, fue después de una salida improvisada y cero planeada. Entonces, mi vida cambió (para bien o para mal, aún no lo descifro). Esa infidelidad no lo planeé, ni tampoco me quería vengar de alguien. Simplemente, apareció una persona que me provocó nuevas sensaciones, tan fuertes que me hicieron ver la realidad y admitir que ya no había amor en mi relación de años.
Como dentro de mis valores la mentira es algo imperdonable, preferí hablar con mi pareja de entonces y explicarle con honestidad que mis sentimientos habían cambiadomis sentimientos habían cambiado. El amor es así, a veces te embriaga con una dosis que parece que nunca se acabará; pero todo líquido finalmente se evapora y es allí donde hay que ser lo suficientemente madura y consciente para decir adiós.
¿Mi consejo? Si vivieron o están viviendo una situación de este tipo, piensen bien que todo sucede por algo y ese algo, es el principal motivo de su actuar. Sean cuales sean las consecuencias, la honestidad es lo primero. ¡No teman decir la verdad! Pueden ocasionar daño y dolor en algún momento, pero tarde o temprano esa sinceridad se valorará...
¿Y ustedes han confesado un engaño?
Imagen CC SantiMB.Photos