Vivimos en un mundo de sensaciones, en el cual la música nos transporta a recuerdos remotos y escenarios insospechados. Asimismo, los aromas - especialmente aquellos que nos resultan agradables -, evocan diversas épocas de nuestra vida. Por eso, ciertas fragancias “naturales” o cotidianas, nos son tan placenteras y satisfactorias.
Aquí les presento las que - personalmente - ¡más me agradan! y por qué:
1. Leche en polvo: En este estado, los lácteos expelen un aroma dulce y agradable, que despierta los sentidos. Nos lleva a la infancia, cuando nuestra madre nos preparaba la leche durante las tardes, mientras hacía frío y veíamos “monitos”. ¡Deliciosa!.
2. Esencia de vainilla: Estudios señalan que es la fragancia predilecta de los hombres, pues evoca la infancia, las galletas horneadas y - en relación con el punto anterior - la leche saborizada con algunas gotas de esta esencia. La noticia es que ¡a nosotras también nos encanta! y sumamos a las razones referidas, los deliciosos perfumes inspirados en este aroma. (¡Mejor aún si se mezclan con coco!)
3. Libros: Es uno de mis favoritos. Cuando pequeña - e incluso en los años de liceo y universidad - las bibliotecas eran mi segundo hogar. Amaba el aroma de los libros, el cual asociaba al conocimiento y la fantasía. Hasta hoy, considero que su suave perfume contiene algo de magia. ¡Es sumamente agradable!
4. Leña: Es una fragancia exquisita, que evoca las tardes de playa, caminando en las cercanías del mar. Además, nos recuerda el calor hogareño: la hora de once tras un delicioso baño en el lago u océano, en la cual disfrutábamos de un rico pan amasado en un ambiente familiar. ¿Cómo no iba a gustarnos?
5. Tierra mojada: Para nadie es un misterio que tras los días de lluvia, nuestros jardines expelen una fragancia encantadora, que recrea en nuestra mente bosques encantados, hadas y duendes. Es el perfume de la tierra misma, de la naturaleza y de la vida. ¡Espléndido!
Y a ti, ¿cuáles son los aromas que más te agradan?
Imagen CC Eneas