Mi antiguo trabajo estaba muy próximo al condominio en que vivía Peggy Cordero. Por lo mismo, era habitual coincidir con esta destacada actriz cuando iba al minimarket cercano a comprar alguna cosa. ¡Y debo decir que se trataba de una mujer encantadora! Su presencia en el almacén era notoria, ya que irrumpía en él como una ráfaga de alegría. Saludaba a todo el mundo y regalaba una sonrisa a quien se le cruzara. Era pura vitalidad.
La última vez que la vi actuar en teleseries fue el año pasado, en “Chipe Libre”, de Canal 13. En la producción encarnaba a “Margarita”, el juvenil amor del personaje de Jaime Vadell, quien era suplantada por su hermana “Violeta” (Gloria Münchmeyer). En la serie, Peggy lucía bella pese a su edad, energética y llena de vida. Con la misma dulzura en su mirada que mostraba en personajes tan entrañables como el de Emilia Santa María (Tic Tac).
Conocer hoy la noticia de su deceso me produjo sorpresa y pesar. La escena nacional perdió a una de sus actrices más talentosas, emblemáticas y bellas. Chile llora la sonrisa y calidez de una mujer encantadora, que a sus 79 años emprendió el vuelo dejando cientos de recuerdos bellos a quienes la conocieron y disfrutaron de su arte.
¡Hasta siempre, Peggy Cordero!