El sexo es un placer que disfrutamos, pero al cual no siempre mostramos la mejor disposición. Así es, porque ciertos factores ambientales - como la fatiga, jaqueca, mal humor, pena y un sinfín de etcéteras - lo relegan a la última de nuestras prioridades. Sin embargo, si transáramos un poco, veríamos cuánto beneficio reporta su práctica a esos pesarosos estados. Por eso, te sugerimos no negarte a él en las siguientes circunstancias:
1. Cuando te duele la cabeza: Y no, no se trata de la clásica excusa, sino a “the real jaqueca”. Ese dolor “siniestro” que implica náuseas y donde parece que el cerebro fuera a explotar de un minuto a otro. Sabemos que lo que menos quieres en tales circunstancias es tener acción íntima; sin embargo, el sexo puede hacer que el dolor de cabeza pase al olvido. ¡Podría ser incluso más eficaz que un analgésico! ¿Por qué? Gracias a la liberación de endorfinas, que alivian naturalmente los dolores del cerebro.
2. Durante la menstruación: Dejando al lado que pueda producir asco e incomodidad a ti o a tu pareja, lo cierto es que tener intimidad durante el periodo reporta grandes beneficios. Aunque no lo creas, el flujo menstrual aporta una ventajosa lubricación extra y facilita la ocurrencia de orgasmos más intensos. Además, las hormonas propias del ciclo contribuyen a que mejorar la excitación y el disfrute. ¿Qué tal? ¡Apuesto a que ni siquiera lo imaginabas!.
3. Cuando vives un duelo: Sabemos que esta experiencia es ciertamente devastadora y lo que menos puedes pensar en estos momentos es en tener sexo. Sin embargo, hay quienes afirman que es muy recomendable, ya que se trata de un momento en que estás muy vulnerable y requieres sentirte contenida. Y qué mejor que en el abrazo sincero de la persona que amas y a quien correspondes. Además, la intimidad te conecta con la vida y te permite sentir la máxima compenetración con tu pareja en esos instantes de profundo dolor.
4. Cuando estás enojada con él o estresada: Si has tenido una discusión con tu pareja, seguro se ha transformado en “el enemigo público número 1” y no tienes ganas de intimar con él. Sin embargo, vence tu orgullo para ¡darle en la cama su merecido!. Esta es la mejor manera de canalizar positivamente tu rabia, ya que ésta aumenta la tensión sexual para hacer la experiencia más “salvaje” y excitante. Después de intentarlo, ¡le buscarás pelea sólo para revivir ese encuentro “wild on”!
5. Si te acomplejan los kilos extra: Cuando la balanza marca en nuestra contra, nos sentimos menos bellas y sin ganas de que él vea nuestro cuerpo. No obstante, debes saber que aquello que para nosotras es un defecto detestable a él ¡le gusta!. Aún con ese “rollito” fastidioso, le pareces sexy y deseable. ¡Y qué mejor que dejarlo demostrarte cuánto!. El sexo te hace sentir más sensual, junto con aumentar tu auto-percepción de belleza. ¡Así es que no lo rechaces!
Como ves, puedes transformar una experiencia que pinta para desastre en un momento ¡sublime!. Sólo basta con que así lo desees. Los rechazos, déjalos para los días que no te hayas depilado o sufras un malestar incompatible con el sexo, como la vaginitis. De lo contrario, ten presente que ¡cualquier momento es bueno para un regaloneo hot y no hay nada que esto no cure! ¿Te animas a comprobarlo?