Imagino que viste la inolvidable película “Eternal sunshine of the spotless mind”, donde - tras una dolorosa ruptura - un tímido e introvertido Joel (Jim Carrey) decide borrar todo recuerdo de Clementine (Kate Winslet), su espontánea y simpática polola. En el proceso, revive las razones que lo llevaron a enamorarse de ella e inicia una incansable lucha por mantener intacta su memoria. Pues bien: esta cinta - adorada por toda amante del buen cine - además de dejarnos un cúmulo de reflexiones, nos llevó a plantearnos casi por defecto qué pasaría si fuera posible borrar algún triste episodio de nuestra vida. Por ejemplo, las vivencias junto a un ex.
Aunque todavía la ciencia no permite hacerlo, lo cierto es que la tecnología sí. Y ¡vaya qué importante!, pues es a través de las redes sociales, correos electrónicos y las distintas plataformas que Internet nos presenta, que construimos gran parte de nuestro día a día. Seamos sinceras: ¿quién no sucumbió alguna vez a la tentación de comentar algo personal en Facebook? ¿Subir la foto de un carrete o acontecimiento importante? Es cosa de dar un breve paseo por “el muro” para darnos cuenta de la relevancia que tiene este soporte en nuestra rutina, sin contar lo mucho que exponemos en él.
Por eso, eliminar a alguien - otrora importante - de Facebook no es menor. Y claro, es un trabajo minucioso si pensamos que la red de Zuckerberg se masificó en Chile el 2007, lo que nos da un rango de ¡8 años completos! de existencia virtual para borrar. Confieso que una vez me di a la tarea de quitar toda interacción con una persona y ¡créanme que fue una ardua labor!. Después de todo, hay fotos, comentarios, canciones, mensajes y un largo etcétera de qué ocuparse cuando tenemos activado nuestro modo “goma”.
Pero, ¿es recomendable “el borrado de recuerdos” - también llamado ‘Ghosting’- en estas plataformas? Según expertos, sí y no. Convengamos en que las redes sociales hoy ocupan un lugar fundamental en nuestra vida. Estamos hiperconectados y eso lleva a que las rupturas sean mucho más dolorosas. ¡Y claro!, porque es fácil saber si tu ahora “ex” está cual William Wallace, gritando “libertad” a los cuatro vientos, o si te reemplazó por otra en tiempo récord. Esto, sin contar los amigos en común, ya que por mucho que apliques “blocked”, no podrás evitar el odioso etiquetado en indiscretas publicaciones. Por lo mismo, si te “borras” (o “lo borras”) de la vida virtual, puedes vivir un duelo mucho más efectivo.
No obstante lo anterior, también puede darse el caso inverso: que la incertidumbre de no saber qué fue de su vida te gane el “gallito” y termines por convertirte en una antipática e indeseada “sombra” del susodicho. ¡Y vaya que sabemos ser pesadillas si queremos!
Y tú, ¿qué opinas? ¿Es bueno o malo eliminar del ciberespacio todo recuerdo?