¿Cuántas veces vamos a tener esta conversación? Siempre que te arreglo una cita con alguien, hayas alguna excusa para no volver a llamarle. Si el encuentro fue maravilloso y no pudiste encontrar al tipo más simpático, me reclamas porque era muy bajo. Si te encuentro un morenazo con pinta de modelo, me dices que era un imbécil que sólo se quería acostar contigo para después olvidar tu nombre.
Entiendo, lo quieres todo junto: quieres amor, sexo y placer; todo en un mismo envase. Pero si le sigues dando tantas vueltas al asunto y encontrando un pero a todo, ¡te vas a perder un montón de diversión! Sí, tal como leíste: te estás perdiendo un montón de diversión. ¿Por qué no sales otra vez con el tipo bajito, tan sólo para reírte a carcajadas por un par de horas? ¿Y por qué no vas y te acuestas con ese morenazo, tan sólo para ser tú quien olvide su nombre después?
Lo importante es pasar un buen rato mientras esperas a ese hombre ideal (de otro planeta, por cierto). Porque, créeme, aunque venga y toque a tu mismísima puerta, en cuanto te vea con esa cara de mil penurias… ¡saldrá corriendo! Además, la mejor forma de saber qué es lo quieres y cómo lo quieres, es probando los productos que hay en el mercado… ¿o es muy moderno lo que estoy diciendo?
Vamos un paso más allá, querida amiga. ¿Qué dirías si te comentara que es posible tener amor, sexo y placer sin una pareja a tu lado? Chiflada tu mamá, ¡claro que es posible! Y es que la mejor compañía que puedes tener en esta vida, eres tú misma. No esperes a que alguien te descubra, ¡empieza a descubrirte ahora! Ámate porque sí, no necesitas motivos. Anda uno de estos días a Japi Jane y compra un juguete para ti, uno que puedas usar sola. Aunque antes llévate a comer algo rico, hay que ser una dama.
¿Y tú, qué andas buscando?