Quizás te consideres una chica más bien “piolita” a la hora de la intimidad, pero la verdad es que cada una de nosotras puede llegar a ser una diosa del placer. El primer paso es comenzar a creerse el cuento, y el segundo es aprender cuáles son las movidas femeninas que derriten a los hombres en la cama. A continuación discutiremos algunas de ellas, ¡pero ten en cuenta que existen muchas más!
Antes que nada, recordemos que a todas las personas les gusta lo que no pueden tener. Y los hombres no son la excepción. Cuando tu hombre y tú se encuentren en la alcoba, prueba haciéndole un striptease pero ¡sin dejar que te toque! De esta forma lo estarás provocando al mismo tiempo que aumenta su deseo por ti. Tú eres la gacela y él el león que espera el momento para poder cazarte.
De manera parecida, puedes provocarlo tocándote a ti misma mientras él mira. Los hombres son mucho más visuales que las mujeres y, al hacer esto, echarás a correr su imaginación. Mientras pasas las manos por tu cuerpo, dile que estás pensando en él. Susurra su nombre y menciona las cosas que, supuestamente, te está haciendo. Te puedo apostar a que no aguantará mucho tiempo antes de lanzarse sobre ti.
Otra de las movidas que lo derretirá sin duda es la búsqueda del tesoro. Le digo así porque, antes de llegar al cofre lleno de oro (sus genitales), hay que recorrer un largo pero placentero camino. Para realizar esta búsqueda, procura que tu hombre se encuentre en ropa interior. Comienzas con un tierno beso en la boca, juegas un poco con su oreja, bajas por su cuello, lames su pecho, pellizcas suavemente sus pezones, bajas por el camino de la felicidad pero ¡atención! Aún no hemos llegado. Desvíate un poco por sus piernas, y muerde gentilmente la parte interior de sus muslos. Si quieres, también, prueba rasguñándolo un poco.
Cuando hayas llegado al tesoro, tienes varias opciones. Sin embargo, la que derrite a cualquier hombre en la tierra por excelencia, es el sexo oral. Como es el más conocido, no me detendré a explicarlo mayormente. Sólo te diré tres cosas que mi chico siempre me pide que haga y que, muchas veces, olvido: procura lubricarlo bien, mantén el contacto visual (¡les encanta!) y comienza lento (muy lento…) pero termina rápido.
Ahora, si quieres probar algo distinto, puedes hacerle un masaje con final feliz. Esta movida me encanta porque, después de un largo día de trabajo, no hay nada mejor que un rico masaje para relajarse. O al menos esa la intención inicial. Para realizarlo debes untar tus manos con aceite de masaje, calentarlo un poco y comenzar por su cuello, hombros y espalda. Bajas más y masajeas un poco sus glúteos. Le pides que se dé vuelta y masajeas su pecho, brazos y manos. Bajas otra vez y masajeas sus piernas. A estas alturas, seguramente, ya tendrá una erección. Cuando veas que está listo para la acción, agarras su miembro firmemente y comienzas a masturbarlo lentamente. No olvides los testículos y siempre procura que todo esté bien lubricado. Ocupa todo el aceite que sea necesario y verás que, después de un rato, ya le es imposible resistir el final feliz.
¿Te atreves con estas movidas? ¡Coméntame qué otras conoces!