Cuando comienzas una relación amorosa con un amigo, sientes que todo es perfecto, pues se conocen desde hace tiempo: saben los gustos y manías del otro, su color favorito, sus secretos, etc. Sientes que todo es "fácil", porque resulta sencillo confundir la amistad con el amor. Es un error que varias cometemos y esto pasa porque te sientes tan a gusto con una persona, que quisieras tenerla siempre contigo.
Lo difícil viene cuando te desencantas y te das cuenta de que todo era más divertido cuando sólo eran amigos. Se reían más, incluso conversaban más y notas que extrañas esos momentos. Decides que quieres terminar, pero ¿cómo hacerlo sin arruinar la amistad que tenían?
Lo primero es conversar y explicarle las razones, no ir con la excusa de "no eres tu, soy yo", pues sabes que eres tú quien ya no quiere estar con él, y él no hizo nada malo. Es más, puede que él aún quiera estar contigo y le duela tu decisión. No queda más que explicarle las razones y decirle que aún lo quieres - como amigo - y que siempre tendrá un lugar en tu corazón, que pueden seguir siendo partners.
Puede ser que no hablen durante un tiempo, está bien, hay que dejar que pase el dolor, que sane. Después de esto, quizás te lo encuentres en la calle, o en alguna fiesta de un amigo en común, y sea él quien de el paso de saludarte, preguntar cómo has estado, y al poco rato estén conversando como lo hacían antes. Lo notas relajado, tú estás relajada. Notas que lo extrañaste, extrañaste su amistad.
Al final, si la amistad era verdadera, la relación quedará como un lindo recuerdo para los dos, y no dejarán que el haber terminado la arruine.
Y tú, ¿has vuelto a ser amiga de un ex?
Colaboración enviada por Bárbara Schief