Si hablamos de décadas trascendentes, sin duda los años sesenta marcaron un antes y un después en la historia de la humanidad; así de fuerte lo suyo. A partir de imágenes, documentos y las anécdotas de nuestros viejos, podemos ver que fue una década movida en lo político y social, y en la que el rígido ideal de vida cincuentero fue reemplazado por la consigna de "hacer el amor y no la guerra"; ¿Quién no querría vivir en una época así? A continuación van cinco motivos por los que me habría gustado pasar unos días allá por los sesenta:
Moda y estilo icónicos
Omitiendo el voluminoso peinado colmena, la moda de los 60 tiene una personalidad y glamour dignos de revivir. Con íconos del estilo tan importantes como Audrey Hepburn y sus vestidos absolutamente perfectos, la rompedora Twiggy y sus pestañas de alto contraste, o la sensual Brigitte Bardot y su pelo cuidadosamente-descuidado, había ejemplos a seguir para todos los gustos. Además, aquí se impusieron prendas y accesorios tan imprescindibles como la minifalda, el bikini, las botas largas, y las gafas de sol gigantes (que personalmente adoro).
Música memorable
Gracias a la melomanía de mi madre, mi infancia transcurrió rodeada de música sesentera, así que es como si auditivamente me hubiera criado en esa época. Ahora, en retrospectiva, lo agradezco, pues en esta década surgieron muchísimos grandes del pop y rock que son totalmente vigentes hasta el día de hoy. El repertorio incluía a The Beach Boys, Nancy Sinatra, The Beatles y Simon & Garfunkel, y otras cosas más loquillas como Cream, The Who, Jimmy Hendrix, The Doors o los Rolling Stones.
El mundial del 62
...Es una fiesta universal ♫ ¿A quién no le habría gustado disfrutar de un mundial local? Aún sin ser una gran fanática del fútbol, me habría encantado ir al estadio cuando aún era un tranquilo panorama familiar; sentir la emoción de ver los partidos en una de las primeras teles blanco y negro que llegaron, y ver a Chilito alcanzar el tercer lugar. Además, los jugadores tienen que haber estado harto potables en aquella época, así que me imagino vitrineando a los ingleses, italianos y suizos... y también a los de más cerquita, por qué no.
Movimiento Hippie
Yo feliz habría vivido en una comunidad pachamámica, con las pechugas al viento, flores en el pelo y rodeada de hombres barbudos de cabello largo (#team-capitán-cavernícola todo el rato). Habría sido lo máximo vivir viajando en una clásica minivan pintada de colores psicodélicos, o hacer otro tipo de "viajes" con ayuda de unas cuantas sustancias locas por ahí. Además, qué mejor que decirle adiós a la esclavitud de depiladoras, desodorantes y la ducha diaria (ok, no, esto último mejor lo dejamos fuera).
Galanes, galanes por doquier
En los sesenta había bastante chiquillo buenmozo para admirar en el mundo de las artes. Imagínense a Sean Connery encarnando al primer James Bond, o al gran Clint Eastwood cuando era "lolo", ahí con su sombrero y poncho en medio de una spaghetti western mirando fijamente a la pantalla... ufff, se las traía el hombre. En cuanto a músicos, no puedo evitar sentirme atraída por los "chicos malos", descarriados y misteriosos, así que imposible dejar fuera a uno de mis retro-amores platónicos: Jim Morrison, guacheeeto.
Para mí, los sesenta son una década digna de haber vivido aunque fuera por un solo día... ¿Y tú, también te sientes atraída por esta época groovy y psicodélica?