¿Todos se ríen y tú no entiendes o te enojas? Esas bromas un tanto irónicas son conocidas como sarcasmos y aunque a veces son una odiosidad, científicos afirmar que traen beneficios.
El exponente más conocido del sarcasmo podría ser el protagonista de Doctor House, quien con su peculiar humor y forma de ser ha marcado precedentes que para sus seguidores serán difíciles de olvidar.
La más alta forma de inteligencia, es el título del recién publicado estudio realizado por Adam D. Galinsky, Francesca Gino y Li Huang, —profesores de negocios—, en el cual se estipula que el sarcasmo sería un medio adecuado para ejercitar el pensamiento abstracto y la creación de ideas, ya sea que tú efectues un comentario o lo escuches. Esto, debido a que se requiere una mente con capacidad de cambio de ideas, amplia imaginación y adecuada asociación de conceptos. Poner esto en práctica aumenta tus capacidades neuronales.
Existe una delgada línea entre una broma y una pesadez, por ellos, desarrollar de manera correcta esta habilidad, podría sacarte de apuros, hacerte sonreír o ayudarte a manifestar tu molestia de forma explícita, pero sin provocar aversiones en tu entorno. En un ambiente laboral, podría favorecer las relaciones incluso con tus superiores.
Y es precisamente el “con quién” el mayor factor de riesgo de este ejercicio mental, pues no todos tienen desarrollado este aspecto. Es más, una sobrecarga de ironía junto a un dejo elevado de maldad podría exceder los márgenes y provocar grandes conflictos, en que más de alguien resulte lastimado. Por ello, es recomendable hacer uso de esta práctica con personas de confianza hasta que tengas cierto grado de aceptación frente a quienes no te conocen tanto.
Recuerda que no se trata de ser malvada, sino, de aplicar tu inteligencia humorística en el momento adecuado. ¡Suerte!, la necesitarás, muajajaja.