Hablar de ovarios básicamente es hablar de ser mujer, pues sin ellos sería imposible ser madre. Son los encargados de la ovulación y de esos tediosos dolores que aparecen una vez al mes.
Absolutamente necesarias, pero un tanto desconocidas, estas dos glándulas tienen como principal función producir un óvulo, el cual ya estando maduro podrá ser fecundado. Si eso ocurre: estarás embarazada. De ahí que este parcito sea la estrella del proceso reproductor y como tal, merece ser conocido es todo su esplendor. Éstos son algunos de sus aspectos:
¿Dónde están?: justo encima de las trompas de Falopio, es decir, en la parte baja de nuestro abdomen, uno a cada lado.
¿Cómo son?: pesan casi 7 gramos, son como una almendra y en mujeres fértiles miden 1x2x3
¿Qué más hacen?: ayudan con el correcto funcionamiento de los órganos femeninos, pues producen los estrógenos y la progesterona.
¿A qué se debe su nombre?: La palabra ovario viene del latín “ovum”, que significa huevo.
¿Mujeres cambiantes? Claro que sí, y ¿cómo no?, si el ovario es el único órgano del cuerpo que cambia de forma y función cada día del mes.
La práctica hace al maestro, y en este caso, nos hace padres: la ovulación funciona mes a mes, pero podría tardar en promedio cinco meses conseguir que el óvulo maduro sea fecundado.
El óvulo maduro es la célula más grande, tanto así, que se puede ver sin necesidad de microscopio, porque mide aproximadamente 0.14 milímetros.
Nuestros ovarios inician su vida útil a muy temprana edad; por ello, cuando se llega a la pubertad sólo se puede contar con 200.000 unidades aproximadamente en cada ovario. Si consideras que cada uno podría ser el fecundado, ¡piensa cuántas probabilidades tendrás de ser madre!
Si contamos cada periodo menstrual que producen nuestros ovarios, tendríamos como resultado entre 400 a 450 repeticiones, todas ellas con sus dolores y sus característicos cambios de ánimo. Los ovarios y su proceso de liberación del óvulo no son algo que se dé de un momento a otro: es un proceso que dura unos 15 minutos, y tú y yo sabemos que en ocasiones sentimos como eso ocurre en nuestro interior.
Es sorprendente conocer como algo escondido en nuestro interior puede ser el lugar de inicio para una nueva vida. Por ello debemos cuidarles del cáncer, tratarlos por los quistes y darnos una ayudita en “esos días”. Las infusiones calentitas y los ejercicios mantendrán a este par funcionando sin provocarnos tantas molestias. Es aconsejable hacerse una revisión luego de las primeras reglas, tras iniciar la vida sexual y aún más cuando estas intentado quedar embarazada.
Seguro después de hoy, ¡hablaremos de nuestros ovarios con más cariño!.