Este es un tema complicado, porque juzgar a los demás siempre es duro. Más aún, cuando no te gusta ser juzgado, ni menos eres perfecto. Ok, yo tampoco lo soy. Estoy lejos de ser el príncipe del cuento, principalmente porque elegí una profesión no siempre bien reconocida y las lucas no van de la mano del esfuerzo, sacrificio, los años de estudio e inversión. Me imagino que tienen claro que no soy un ingeniero, ni un doctor, solo soy un simple periodista, que trata de hacerlas pasar un grato momento, e incluso generar debate, con temas para ustedes, desde una mirada masculina.
Pero, volvamos al planteamiento inicial y debo decir lo que no me gusta de ella. Ojo, no es un pelambre a mi señora, ni menos a parejas anteriores; hablaré de generalidades, de defectos, que, por lo demás están presentes, de una u otra forma, en todos nosotros. Todo se resume en una frase: nos carga que nos brujeen, más sin motivo. Celos, retos, conflictos en general... no van conmigo y creo que puedo ser vocero de todo mi género. Buscamos una pareja para estar bien, dar y recibir amor. Ok, no vivimos en un cuento de hadas y las dificultades existen, pero aún en los peores momentos, no podemos olvidarnos (todos, hombres y mujeres) que estamos juntos por algo. Teniendo ese sólo pensamiento presente en todo momento, las cosas serán mejores para todos. Chicas, por favor tomen nota de lo ya descrito y de lo que viene en el siguiente listado:
1. La tragedia griega: los hombres por lo general, somos más pragmáticos. Hay un proverbio chino que dice: “Si tu mal tiene remedio, ¿de qué te quejas?, y si no tiene remedio, ¿de qué te quejas? En el primer caso, anda y soluciónalo, en el segundo… al carajo, si no tiene solución, da vuelta la página y olvídate. No me gustan las personas que hacen de todo una tormenta. Ok, es cierto que muchas veces hay crisis severas, pero, como siempre, se debe hacer frente a las dificultades juntos, por algo se es pareja. No sirve el “te lo dije”, ni la falta de empatía. Si somos dos, es para todo, para lo bueno o para lo malo.
2. La falta de comunicación: Muy de la mano del “te lo dije”, está la falta de comunicación. En una pareja, siempre hay una persona que ha vivido más. Más calle, más mundo, más noche, más dificultades, etc. Conversen sobre esas experiencias, traten no sólo de escuchar a su amado/a, empaticen con él y pregúntense del porqué de su opinión contraria, frente a un determinado tema. Cuando las cosas salen mal, y no se ha escuchado un consejo prudente, vienen los te lo dije y las peleas, y créanme que cuando hay una crisis, es terrible. El no escuchado se siente desvalorado y el que no escucha, se queda con la sensación de que hice todo solo, sin apoyo, cuando nada está más lejos de la realidad.
3. El doble estándar: Si tú haces una cosa, está mal, pero si yo lo hago, no pasa nada. Nooooo, ley pareja no es dura, Para todos o para nadie. No hagas lo que no te gusta que te hagan. Y va desde estupideces como “sacar celos”, hasta la otra tontera de marca mayor como preguntar de los/as ex ¿para qué comparar?, ¿cuál es el objeto de tener esa información?, Solo una cosa, utilizarla en tu contra en cualquier discusión y dejar la ca… Recuerden que todos tenemos un pasado, con buenas y malas experiencias, que nos han forjado como personas. Tu pareja actual es tu hoy y tu mañana, que es lo importante, lo más importante. El ayer ya fue, se quedó atrás… por algo será. Recuerda, si quieres ser tratada como princesa, compórtate como tal y trátalo como príncipe.
4. Sacar las cosas en cara: Si tú hiciste o haces algo por alguien, que sea de corazón, sino, no lo hagas. ¿Qué es eso de enrostrar? En una pareja, todo se hace con amor y por amor, no por competir. “yo hice esto y esto por ti, y tú? Ok, siempre hay uno que da más, pero ¿no es eso el amor? Dar sin pedir nada a cambio. Pero eso debe ser mutuo. Obvio que a todos nos gusta recibir muestras de afecto y amor, pero no pensemos en la “ley del empate”. Si todos, hombres y mujeres, tratamos de dar siempre lo mejor, pucha que sería distinto el mundo, un lugar mejor, para vivir, para querer y para amar. Entiendo que a veces las energías no son las mejores, la rutina, los problemas, el día a día te va consumiendo, pero siempre trata de darte un minuto para tu media naranja. Un minuto de mimos, de relajo, de verse y aceptarse con sus diferencias. Verás que todo mejorará, serán más pareja y menos individuos.
Me tomaré la licencia de parafrasear a mi padre, un hombre muy sabio, que me dejó este año (Pucha que te extraño viejito querido) AMOR se desglosa de la siguiente forma: A= sin; M= muerte, O= odio y R= rencor. Eso es amar; si bien les conté que cosas no me gustan en general de las mujeres, les invito a centrarnos siempre en lo positivo. Seamos empáticos y pensemos siempre en las cosas que nos unen, más que en las cosas que nos separan. Por algo estamos en pareja, por algo amamos. Tomaré prestado el lema de mi colegio y le haré una pequeña modificación: “El amor todo lo vence”… y si no es así, no es amor, sólo algo pasajero, que mañana no será más que un buen recuerdo.