Cada vez que miras tu clóset, ves ahí tu vestido de novia. ¿Hace cuánto te casaste? ¿Te está quitando espacio? ¿Cuándo volverás a usarlo? Porque aunque te separes y te vuelvas a casar, no usarás el mismo atuendo. A continuación te daré ideas para que puedas reciclar esa linda prenda que tantos recuerdos tiene.
Si sigues casada, no querrás deshacerte del vestido. Por lo tanto, una buena opción es armar uno nuevo con la tela. Hay diseñadores o costureras que hacen maravillas. Sólo debes tener una idea en la cabeza y claridad sobre qué parte del vestido quieres mantener. ¿Qué hacer con lo que sobra? Bueno, aquí también hay hartas ideas. Por ejemplo, usarla para cubrir tu albúm de matrimonio. También puedes hacer cojines y ponerlos en la cama que compartes con tu marido o enmarcar un pedazo pequeño de tela junto a una foto de la boda.
Una idea más extrema, y de seguro un poco más cara, es mandar a enmarcar el vestido. Un cuadro gigante que guarde la belleza del vestido, ideal para colgarlo en alguna parte de la casa. Tendrá un función decorativa y sentimental.
Si tuvieron un bebé juntos, también puedes convertir el viejo vestido de novia en un lindo traje de bautizo. Como es blanco, servirá para niño o niña. La vestimenta que saques de ahí para tu recién nacido, también puede ser enmarcada después.
Pero si te separaste y el vestido es sólo un recuerdo del fracaso de aquel matrimonio, también hay opciones. Puedes venderlo. Hay diversas páginas web donde puedes publicar tu atuendo. Siempre habrá alguien que no tendrá tanto dinero como para mandarlo a hacer. Todos ganas: tú el dinero y una mujer desconocida un vestido para su matrimonio.
Por otra parte, si no quieres ganar nada de ese vestido, lo puedes regalar. La mujer que reciba la prenda puede modificarla a su gusto. Por último, otra idea es hacerlo un disfraz. Una novia ensangrentada, plantada el día de su matrimonio. ¡Ahí te puedes poner muy creativa!
Y tú, ¿qué harás con tu viejo vestido?