Cuando se trata de cumplir años, cada vez que el dígito final cambia de un 9 a un 0, el temor comienza a correr por nuestras venas. El paso de los 39 a los 40 no son la excepción, ya que te preparas para dejar atrás una serie de cosas - que tendemos a asociar a los 30 - para comenzar a dar paso a una parte más tranquila (o fomeque) de la existencia. Esa en donde pasas "de más a menos". Socialmente, los 40 representan la llegada de la madurez a la vida de una mujer (eufemismo tonto para decir tus arrugas se notan más que cuando tenías 30).
En algún momento de los 90's, Arjona quiso hacerse el lindo con las mujeres cuarentonas, dedicándoles el taquillero hit "señora de las 4 décadas"; un tema lleno de clichés y lugares comunes. En fin, aunque no nos guste el trovador, debemos reconocer que reivindicó la madurez y socialmente logró un fenómeno bastante interesante: empoderar a las mujeres que estaban en esa etapa. Creo que al menos el resultado de esa canción - que aún canta en los festivales de Viña - generó algo bueno.
Independiente de si la canción es o no de tu agrado, pienso que deberíamos tomar esa actitud frente a los 40: la de sentirnos empoderadas, atractivas y dueñas del mundo, sin importar la edad que tengamos. No obstante, pasa todo lo contrario y terminamos atormentadas por una serie de pensamientos que nos atormentan cuando vamos a cumplir 40:
1. Que el ser sexy pasa a tercer plano
En la publicidad, las revistas y la televisión, nos presentan una imagen de belleza en donde la perfección y juventud son elementos esenciales. Es por eso que varias mujeres no quieren cumplir 40, pues sienten que cuando lo hagan dejarán de ser atractivas. A los 40, los atributos de una mujer que socialmente se destacan son el éxito que ha obtenido, qué tan buena madre es, cuántos años de matrimonio ha logrado cultivar, lo inteligente que es, pero pocos hablan de lo sexy y bella que puede resultar. Aunque suene a frase hecha, la belleza no tiene edad y de ti depende mantener encendida esa llamita que te hace sentir única y poderosamente sensual.
2. Que tu esencia de mujer perderá entre tu rol de mamá
Por alguna razón, la mayoría asume que una mujer quiere ser mamá y ese anhelo debería moverla a casarse o buscar pareja, aunque sea de manera forzada. Lo cierto es que hay mujeres que tienen en su ADN el talento de madres y otras que no deberían pasar mucho tiempo con niños. Si una mujer opta por la maternidad, se asume que paulatinamente irá perdiéndose a ella misma entre pañales, tareas, uniformes por planchar y primeras palabras. Por ello, se ve como un hecho totalmente normal el que una mujer en la cuarta década deje de preocuparse sí misma y sólo tenga espacio en su vida para los retoños.
3. Que tu carrera profesional irá en descenso
Siempre se habla de que la edad en la que grandes íconos del éxito alcanzaron poder y fama. Se menciona la etapa de los 30 como la adecuada para conseguir metas, ascender laboralmente y conseguir mejores puestos de trabajo. Por su parte, los 40 son para estar tranquila, ojalá pegarte con cola fría a la silla de tu trabajo y que de ahí no te muevan más hasta que jubiles. Es un hecho que después de los 40 se vuelve más complejo encontrar trabajo, pero si te mantienes activa en el mundo laboral y te propones el seguir cosechando logros, será tu propio esfuerzo el que determinará tu camino.
4. Que si llegan los 40, ya es muy tarde para asumir riesgos
La juventud se plantea como la gran etapa en la cual estamos autorizados a equivocarnos y tomar malas decisiones. Sin embargo, cuando tienes 40, no puedes permitirte optar por el camino de los errores. Lo cierto es que a ninguna edad conseguimos la perfección, por tanto, no sería justo para nosotras no darnos permiso para arriesgarnos. Es triste que por temor al castigo social, nos obliguemos a permanecer en una relación, trabajo o situación que no nos satisface. Pero la ventaja del ensayo y error no debiera ser privativa de las generaciones jóvenes. Todas somos humanas y tenemos derecho a enmendar el camino, independiente a la edad que tengamos.
5. Que si aún estás soltera, con la llegada de los 40 te transformarás oficialmente en una solterona
También se asume que quienes están solteras durante los 30 y llegan solas a los 40, perderán toda posibilidad establecer una relación estable, porque buscar el amor a los 40 es algo descabellado. A esa edad ya se supone que deberías tener tu familia o estar resignada a vestir santos. Sin embargo, el amor no necesariamente tiene que ver con hijos y tampoco es necesario tener una edad determinada para vivirlo.
Al final, nos termina atemorizando la construcción social que existe en torno a ser una cuarentona, porque supuestamente una mujer a esa edad debe tranquilizarse y minimizar la rebeldía y fuerza de décadas anteriores. Pero no debes dejar que el resto te diga cómo vivir tus años, ni mucho menos permitir que tu cabeza te juegue en contra. Vive, ama, sonríe, disfruta y nunca dejes de ser tú misma, ¡que para eso no hay edad límite!.