No siempre tenemos ganas de salir de nuestras casas. El cansancio, estrés, falta de ganas e incluso encontrar que una noche de Netflix es mejor que el carrete de una amiga, hacen que rechacemos varias invitaciones. No siempre el anfitrión de estos panoramas lo toma de la mejor forma, por lo que hay que decir un par de mentiras piadosas o de una forma muy polite.
Al menos yo, siempre me doy vueltas entre estas excusas:
1. Dolor de cabeza: es una de las más usadas. Su espectro de acción va desde rechazar a un chico, hasta cuando decides quedarte un rato en casa sin ofender al resto. Todos los que hemos sufrido una jaqueca sabemos lo terrible que se siente; por lo tanto, nadie hace mayores problemas cuando sabe que la persona está sufriéndolo.
2. Exceso de trabajo: en esta era, donde todos somos un poco trabajólicos y estamos siempre conectados con la oficina, decir que nos quedaremos ahí hasta más tarde o que nos llevaremos trabajo a la casa no es para nada extraño. Nadie te va a insistir e incluso van a alentarte a que cumplas con tus responsabilidades, pero ojo. No hay que usarla mucho, ya que a nadie le gusta tener amigos que sólo hablan de trabajo.
3. Compromisos familiares: más de una vez he inventado que estoy cuidando a mi sobrina. No es algo que diga comúnmente, pero hasta te felicitan por lo buena tía que eres y lo encuentran lejos lo más tierno que hay. También he dicho que voy a cuidar a mi mamá que está algo resfriada y nadie te va a poner problemas; la familia gana siempre en esos casos.
4. Planes con la pareja: tal vez el plan sea ver una película juntos o dormir siesta, pero siempre un panorama de a dos suena como excusa razonable. Ojo que si se usa siempre, el grupo de amigos va a comenzar a odiar a los pololos y hasta van a reclamar por sentirse excluidos en esta etapa de tu vida, así que no hay que abusar de esto.
5. La verdad: lejos lo mejor. Cuando hay confianza con las amigas, se les puede decir sin problemas que no quieres salir de la casa, que no tienes ganas de ver gente e incluso que no quieres hablar con nadie en un par de días. Si estás pasando por una etapa de “hibernación” muy larga, hay que explicar lo que está pasando. Ojo, que no todos lo toman bien, por lo que el cómo decirlo es clave.
Y ustedes, ¿qué cosas dicen cuando quieren rechazar una invitación?