El título de mi crónica de hoy no tiene que ver con la conciencia ecológica ni mucho menos, sino con la inconsciencia materialista que rodea a todos en las fiestas que se avecinan. Veo a todos preocupados: "uff, no sé qué regalarle a X, Y, Z"; como si fuera una obligación. Parece que el mundo se fuera a acabar o dejarás de ser buena persona si no regalas algo.
Estamos en crisis económica, en recesión y hace unas horas el Banco Central volvió a bajar la expectativa de crecimiento para el 2016 - a un bajísimo rango del 2 a 3% - pero a juzgar por lo que se ve en las calles, no hay conciencia. “Comprar, comprar, que el mundo se va a acabar”, decía mi abuela hace algunos años. He escuchado por ahí decir que da lo mismo el endeudamiento; da lo mismo si “el niño” se merece o no la consola que pidió. Total, "la pago en 36 cuotas" (y de paso, te clavaste hasta las dos navidades siguientes) o lo importante es que el primo del vecino también sienta que se acuerdan de él. La Navidad es una fiesta familiar y tiene que ser tomada como tal, no como un padecimiento que dura todo el año.
¿Y el trabajo, los amigos, los demás? Si puedes hacerlo, la respuesta es una sola: amigo secreto. Tienen doble excusa para juntarse y pasar un buen momento, tanto para “hacer el sorteo”, como para entregar el presente de “tu elegido”. No están los tiempos para hacer un regalo a cada uno. No perdamos el valor sentimental de las cosas. Un saludo, una carta, un abrazo, un te quiero o un gracias por todo, son tan validos como un obsequio.
Que esta navidad no sea blanca (jajaja, ¿se imaginan nieve en Santiago un 25 de diciembre?), ni verde. El dinero escasea y hay que vivir el resto del año: vienen las vacaciones, marzo, patentes, colegios y un duro año financiero. Mejor que sea una roja navidad, roja de amor, como el que todos nosotros podemos entregar a nuestros seres queridos y amigos. Guarden las lucas para cosas realmente importantes. El primo del vecino va a ser feliz con un abrazo, con un feliz navidad. Háganme caso: su familia y sus finanzas, durante todo el año, se los agradecerán.