Recuerdo que desde que era un rulito chico me quedaba largas horas mirando los árboles. Me encantaba contemplar lo enorme que eran, el color verde esperanza y sentir su aroma. Mis abuelos tenían una casa en la playa y un patio enorme donde había un cerro. Ahí siempre iba y ...
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Hace un tiempo, les hablé de las conductas de un hombre enamorado, pero ahora les contaré lo que es quizás mi mayor bendición en la vida: conocerla a ella, mi elegida. Más allá de nuestra historia en particular, quiero centrarme en un aspecto fundamental. La fortuna me sonrió, cuando pude ...