Si me preguntas a mí, querida amiga, soy de esas chicas que les cuesta mucho llorar frente a otras personas. Especialmente, si la otra persona me está diciendo que no quiere volver a verme o que prefiere que “seamos amigos” (¡nada más terrible!).
Siempre digna es mi lema. He llorado cuando a pateo a alguien, pero ¡nunca! frente a quien me está pateando. Aunque tenga un nudo en la garganta, la pera me tirite, y aunque se me apriete el estómago, yo-no-lloro. Por lo menos frente al hombre en cuestión, porque cuando llego a mi casa, ¡lloro a moco tendido!
Pero como siempre, todo depende. Pecaría de mentirosa si te dijera que sí o sí debes contener tus lágrimas frente a la persona que te está dando la PLR. La verdad es que cualquier acción que tomes, mientras sea de corazón, estará bien.
Imagina que terminas una relación de muchos años porque tu pareja se va a vivir al extranjero. ¿No llorarías frente a él? Hay términos que no se deben a la falta de amor o a infidelidad, sino que a circunstancias que van más allá de nuestro poder. En casos así, siento que uno puede mostrarse vulnerable y soltar un par de lágrimas frente a aquel que te está cortando.
Pero si aquel que está terminando la relación lo hace porque ya no te ama, o porque ha estado con otra persona hace meses, creo que no merece verte soltar ¡ni una lágrima por él! Verte, porque apenas llegues a tu casa es necesario que dejes ir toda esa pena y rabia que nos producen los quiebres amorosos.
Debo admitir, sin embargo, que a veces soy demasiado orgullosa. Si te están cortando y comienzas a llorar, está bien. No es necesario que te hagas la fuerte y ocultes tu tristeza frente a los demás. A final de cuentas, no es que estemos tristes por la otra persona, estamos tristes por la pérdida de una relación que era importante para nosotras.
¡Pero! es fundamental que no olvides que la persona más importante eres tú. Cuando aquel sapo termine con sus excusas baratas, toma tus cosas y vete. ¡No merece estar contigo ni un minuto más!
Y tú, ¿qué opinas al respecto?