¡Bienvenidas sean las mujeres líderes, osadas y que imponen sus reglas!. Hace bien remover esta sociedad machista, ultraconservadora y cínica. Pero, por lo mismo, es que hay que tomarse las cosas con calma. Está bien que las mujeres sean líderes, pero por lo general, el hombre chileno no está preparado para ese "golpe de efecto". La mujer "poderosa" debe ser además inteligente. Mostrar su liderazgo y capacidades con sutileza. Si te gusta un chico y te muestras demasiado "alfa", puede salir arrancando. Se me viene a la mente una frase de Abraham Lincoln que es perfectamente aplicable al caso: "no camines delante mío, puedo no seguirte. No camines detrás mío, puedo no guiarte; simplemente camina a mi lado y sé mi amigo." Recuerden que las relaciones son de a dos. Al hombre no le gusta sentirse opacado ni menos "superman": súper manduqueado, sino parte de un equipo, de una pareja, con similares derechos y obligaciones.
En un principio es entretenido estar con una mujer osada, sobre todo en el ámbito sexual, donde muchas veces se agradecen la iniciativa y la creatividad, pero siempre con sus límites. Al menos a mi, no me gustan (ni he soñado) con tríos, swingers ni menos que pongan un dedo o juguete en cierta parte; son cosas que me harían salir arrancando. ¿Y una mujer que pone sus propias reglas? Súper válido para quienes viven en función del Carpe Diem, que no se involucran y viven la vida loca, tal como ellas. El problema es que estamos hablando de relaciones y aunque sean touch and go, uno nunca sabe cuando aparece el corazón. Si alguien se engancha puede que nazca una linda relación o - lo que generalmente pasa - que quede la grande y ambos salgan dañados.
Resumiendo un poco, bienvenidas las mujeres osadas, pero por favor, usen su personalidad y sus habilidades con criterio. Será lo mejor para ustedes... y también para nosotros.