Y si te tijera que todo es un sueño, que nada es real, que el "Yo" no existe ¿Qué
me dirías? Y si te contara que incluso podríamos ser sanados o recibir milagros
bajo ese precepto ¿querrías saber cómo es posible?
Gaspar Hernández es un escritor y periodista español que una noche en pleno proceso creativo decide buscar algo para entretenerse en Internet. Es ahí donde encuentra videos de Enric Corbera, del que se dice es un sanador, un gurú, un iluminado; el que con arrojo asegura que todo es un sueño y que nada existe, por lo que puedes decidir sobre tu mundo. Según su teoría, somos parte del todo. El creador del método de consulta humanista en Bioneuroemoción llama a tal punto la atención de Hernández, que luego de dos años de investigación y seguimiento nos presenta “No soy de este mundo”. Hoy tenemos el honor de compartir un poco de él y de su reciente trabajo.
Gaspar: primero que todo, queremos darte las gracias por tu tiempo, y la oportunidad de ser parte del fenómeno que nos traes con este libro. En él, tocas temas que no son tan familiares para el común de la gente. No podríamos decir que hable de autoayuda o de “leyes de atracción” ¿Cómo podrán visualizarlo nuestras lectoras?
-Hablo de psicologia y espiritualidad, de lo no tangible, de la realidad sutil. Hablo de un mensaje muy antiguo –que viene a decir lo mismo que ahora dice, con otro lenguaje la física cuántica⎯ que es el mensaje del Advaita. O, para ser exacto, el Neo-Advaita. Los titulares serían: “la vida es un sueño” (también lo dijo Platón, y Calderon de la Barca, y tantos otros), o bien “Nada es real”, o “todos somos uno”. Me pregunté si tenían alguna base, e investigué. Y descubrí que según el libro “Un curso de milagros”, en efecto, nada es real. Ni tan siquiera nuestros cuerpos. No somos nuestros cuerpos.
Al leer tu libro, conocemos cómo se originó este diario en que podemos saber de Corbera. Ahora que ya ha pasado tiempo desde aquel día y has conocido mucho más, ¿por qué él?, ¿fue el fenómeno o el hombre lo que te hizo llegar a esta obra?
-Las dos cosas. Enric Corbera es un personaje literario. Su vida parece de novela. Pero no hacía falta escribir un libro de ficción sobre él; sólo tenía que seguirlo durante un tiempo, como lo hice (dos años). Y a la vez es un fenómeno, con sus videos con millones de visionados en YouTube y con mucha gente que le sigue, también en Chile. Estuve en Santiago de Chile con él, en tres universidades distintas. En sus conferencias, poca gente –según me dijeron compañeros de Chile- atrae a tantas personas como él.
A pesar de que hablas del fenómeno, es imposible no verte a través de tu escritura. Hay aspectos de tu carácter que me hacen querer saber ¿qué de todo lo vivido con Corbera fue lo que más te impactó?
-La visión de la vida, muy distinta a la de la mayoría, y la visión de la salud y la enfermedad. Según Corbera, el cuerpo no puede ponerse enfermo solo. Es la mente la que enferma al cuerpo. Me impactó esta afirmación, la investigué a fondo, y hablé de ella con muchos doctores. En el libro también se incluyen las visiones de los detractores.
Desarrollar una investigación, seguimiento e incluso material para una novela demanda un gran desgaste. Eres consciente de que este fenómeno remece en alguna forma barreras internas, pero ¿qué pasaba contigo mientras realizabas el proceso?, ¿cómo eran esos regresos a casa luego de cada charla o encuentro no tan público?
-Fue un proceso gradual; dos años de trabajo. Llegaba a casa a veces con rechazo hacia algunas de las teorías; otras con la sensación de que escondían una realidad más profunda. Una realidad, llamémosla, más real.
Por lo que respecta a la salud y la enfermedad, llegaba lleno de interrogantes, y, como dicen el biólogo Bruce Lipton, o el doctor Joe Dispenza, con la siguiente pregunta: ¿Hasta qué punto se nos ha dicho todo? ¿Hasta qué punto la mente puede enfermar –y sanar- al cuerpo? ¿Hasta qué punto se investiga? ¿Interesa, a la industria farmacéutica, que esto –el denominado efecto placebo-se investigue?
¿Qué han recibido tus lectores de “No soy de este mundo”?;
-La acogida está siendo entusiasta, con muchos lectores y críticas muy favorables. Ese es el sentido de un libro: llegar a los lectores. Hacerles pensar. Desde el escepticismo. Como digo en “No soy de este mundo”, no hay nada que me dé mayor libertad que saber que las certezas no existen. No quiero convencer a nadie de nada. Solo muestro mi experiencia, mi diario personal, totalmente subjetivo, y si a los lectores les gusta –como parece- pues yo encantado. Solo puedo dar las gracias.
Recientemente traído a nuestro país por Ediciones B “No soy de este mundo” es un libro sobre lo espiritual y lo no tangible, que pretende mostrarnos otro lado de la conciencia para ver la vida de forma diferente. ¿Te atreves a leerlo?