Cuando queremos sacarnos a un tipo de la mente, tendemos a creer que el mejor remedio es otro diferente. Pero ¿qué tan efectivo puede ser ese método? La respuesta es: depende de qué tan profundo esté clavado el primer clavo.
Si el tipo del que te quieres olvidar te gustaba - o peor, lo querías un montón - te tengo pésimas noticias: cualquiera no te va a hacer olvidarlo. O tal vez sí, pero sólo por un período limitado de tiempo. Si con eso te basta, entonces bacán: busca una caja entera de clavos que te hagan sentir bien cada tanto. Pero si lo que buscas es algo más a largo plazo, lo que necesitas es dejar que ese clavo se suelte un poquito... y después conseguir un martillo.
Me explico:
Si lo que quieres es superar a alguien, lo primero que hay que hacer es dejar que las aguas corran, porque meterte con otro no resolverá nada en el corto plazo. Después de que haya pasado suficiente tiempo como para que ya no te duela tanto, un tipo cualquiera no va a ser suficiente. O tal vez sí, pero ¿para qué vas a conformarte con un clavo ordinario?
Al final es un tema de física pura: lo único que realmente puede sacar un clavo, es un martillo. Lo único que te hará olvidar a ese tipo que rompió tu corazón, es un galán mejor, que te deje siempre queriendo más.
Y tú, ¿qué opinas?