Convertirse en madre es un proceso hermoso, desconocido y a veces aterrador. Por ello, cualquier "ayuda" extra que nos permita sobrellevar tanto los cambios físicos como los de nuestra rutina, será más que bienvenida.
Cuando estás embarazada te das cuenta de que la tecnología está de tu lado, ya que existen un sinfín de aplicaciones para todos los gustos. Pero tanta oferta muchas veces puede ser abrumadora, llevándonos a no saber qué elegir, o ¡a escoger todo!
Yo recomiendo 3 aplicaciones para diferentes etapas de la maternidad, puesto que tienen distintas funciones:
Cuando supe que estaba embarazada descargué la aplicación llamada Babycenter, una de las más populares de la red, a recomendación de una amiga que acababa de tener a su bebé. Debo decir que quedé bastante satisfecha; de hecho, actualmente estoy en mi segundo embarazo y no dudé en hacerme de la misma aplicación una vez más.
Dicha app te va contando, día tras día hasta tu fecha probable de parto, qué cambios sufre tu cuerpo, cómo va creciendo tu bebé y cómo se desarrolla tanto a nivel intelectual como orgánico. Te muestra videos de diferentes tipos de parto, te da tips sobre ejercicios, alimentación, qué hacer frente a algunas molestias o dolencias, entre otras cosas. Además, luego de tener a tu bebé, te acompaña durante su crecimiento. Mi hijo está pronto a cumplir los 2 años, y aún recibo semanalmente los mails de Babycenter en mi correo electrónico. Aunque sea difícil de creer, ¡siempre me habla sobre la etapa que mi hijo está pasando!
Otra aplicación de muchísima utilidad cuando me convertí en madre, fue Alimentación Lactancia. Ésta se convirtió en mi mejor compañía al amamantar a mi hijo, ya que permite medir el tiempo que tu bebé toma leche en cada seno, además de guardar todos los registros desde el primer momento. Muchas mujeres creerán que esto no es necesario, que pueden recordar cuánto mamó su hijo y cuál fue el último seno del que lo hizo. Pues bien, debo decir que si para el embarazo sintieron que las neuronas andaban más lentas, esto aumenta con creces durante la lactancia. Por eso, difícilmente podrán recordar aquellas cosas (si son capaces de hacerlo les presento mis respetos, ya que para mí ¡fue imposible!).
Y por último, uno de los muchos dilemas que tuve con el papá de mi hijo antes de que éste naciera fue si adquirir o no un monitor, cuál de ellos, con cámara, sin cámara, etc. Aquí también la oferta es variada y, al ser inexpertos se hace más complicado. Finalmente, nos regalaron uno último modelo, con cámara incluida y que casi hacía dormir al bebé. La verdad es que nunca lo usamos mucho porque la mayoría de las veces se nos quedaba en casa, o el alcance de la señal no daba.
En una de aquellas veces en que se nos quedó el aparato, bajé una aplicación en mi celular llamada Baby Monitor. Fue la mejor solución, ya que si hay algo que una nunca olvida llevar a todas partes es su celular, ¡así que andaba siempre con el monitor en mi cartera! Lo mejor es lo simple que funciona. Dejas el móvil con la app en la habitación donde duerme el bebé y programas que cuando algún sonido traspase un determinado umbral (que tú mismo regulas considerando ruidos ambientales), éste llame o envíe un mensaje a otro número que tú elijas. Además, en caso de que el dispositivo de la aplicación esté quedando sin batería, avisa mediante mensaje de texto al otro.
Bueno, seguro que hay más aplicaciones, pero éstas son las 3 que agradezco haber descubierto, ¡espero les sirvan tanto como a mí!