Entonces, la historia comienza así. A un chico le gustas, pero a ti no, ¡clásico! Cuando éste deja de llamarte y prestar atención, ¡¡¡OBVIO!!! te comienza a gustar, pero siempre, -o casi siempre- es demasiado tarde; a él, ya no le atraes. ¿Qué hacer en esos casos? Lo mejor es ...
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