obsesión por

Pronto comenzará uno de los periodos que más disfruto: aquel en que los calendarios del año entrante se toman las calles, permitiéndote escoger entre una amplia variedad de paisajes e imágenes de animales. Sé que puede sonar arcaico, pero en mi casa no puede faltar uno de estos artilugios y ...

Comencé mi adicción hace unos años, y no he parado desde ese entonces. A diario veo muchas series: ¡tengo hasta un calendario anotado con las fechas de estreno de cada una!. He pasado por distintos temas, desde románticas a full hasta unas de terror que hay que ver con la ...

Hace unos días les contaba sobre mi reencuentro con la bici, vehículo que hasta mi embarazo - a los 20 años - me acompañó fielmente y hoy, pasada la treintena, ha vuelto a conquistarme. Sí, porque tras casi un mes de uso diario, ha vuelto a llevarme al delirio, tal como lo ...

La memoria es frágil y como no podemos confiar 100% en ella, me encanta contar con mi agenda y libretas, donde puedo anotar absolutamente todo. Desde muy pequeña amé las agendas: comencé con la tradicional Pascualina (como muchas de las chicas) y de a poco fui cambiando a diseños más ...

No les puedo decir exactamente cuándo comenzó esta peligrosa obsesión. Peligrosa, sobre todo cuando aparecen comerciales anunciando nuevos productos para el pelo. Les juro que en ese mismo momento, me imagino cómo se sentirá mi cabello si los uso. Me di cuenta de que era una obsesión cuando empecé a ...

Son muy pocas las mujeres que pueden decir que no les gustan las carteras. Seguramente tienes varias, yo tengo pocas, pero hay algo que sí tengo: una obsesión psicópata por mirarlas. Todo comenzó cuando era niña. Mi abuela siempre se compraba bolsos, pero no cualesquiera: debían ser livianos, con una ...

¡Siempre me han fascinado los Citroën! No existe un modelo de esta marca que no me parezca llamativo. Similar es lo que me sucede con las motos Vespa: basta ver uno de estos vehículos en la calle para quedarme absorta en su contemplación. ¡Imposible olvidar aquella publicidad en que el ...

Desde que estoy en Argentina, me hice adicta a los alfajores. Y ¿cómo no? ¡si están por todos lados!: en las vitrinas de los cafés, las pastelerías, en los supermercados, en el negocio de la esquina.. No hay escapatoria. Es como si esa rica galleta rellena con dulce de leche ...

Cada vez que llega de la liga de rugby, me pregunto si mi ropa está a salvo. Imágenes recorren rápidamente mi memoria, enumerando todas mis actividades del día: desde qué comí por la mañana hasta si cerré la puerta con llave antes de ir al cine con mis amigas. En ...

Esta obsesión es un hecho: las mujeres en general adoramos hacer compras. Pero más aún cuando encontramos ofertas. Hemos escuchado en reiteradas ocasiones que las mujeres vamos por "peras" y volvemos con "manzanas". Y es muy cierto, porque ¿a quién no le ha pasado que va con la idea de ...

De verdad no sé cómo pasó, pero un día me levanté y quise que todo a mi alrededor oliera a vainilla. Nunca me ha gustado como sabor, ya que lo encuentro fome y desabrido. Pero si se trata del aroma, ¡uff! La fijación que he tenido en el último tiempo ...

Aunque no fumo, admito tener un vicio que suelo justificar con los mismos argumentos que los adictos al cigarrillo. Sí, porque disminuye mi ansiedad y me permite socializar con otros: me refiero a los caramelos. Hace varios años que estos pequeños dulces son un must en mi cartera. E invierto ...

Ya antes les he comentado que las motos fueron para mí un verdadero descubrimiento. Si bien en un comienzo les temía (por la alta velocidad en que circulan y ser tu propio cuerpo la principal carrocería), de a poco se convirtieron en una verdadera fijación. Sí, porque tras acompañar a ...

Debo confesar que tras la arremetida de espécimenes tan diversos en cuanto a moda masculina (como los pokemones/pantalón a medio trasero, extraños cortes pelo estilo tiburón/crestas de gallo y etcéteras), sigo fiel a mi gusto por los hombres “a la antigua”. Sí, aquellos “gentlemen” estilo cincuenteros, bien varoniles ...

Todas nos hemos preguntado ¿por qué tenemos este pequeño placer culpable que nos hace sentirnos tan mal por las calorías que nos aporta, pero tan felices al comerlo y disfrutarlo? Este producto siempre está en nuestras vidas, ya sea en la mañana como chocolate caliente, en la tarde como merienda ...