Desde que Lady Gaga se tomó el mundo de la música, imponiendo su estilo sólo comparable al de una artista de animación japonesa, cientos de miles de personas comenzaron a imitar su vestimenta y algunos elementos de su look, como sus lentes de contacto. Sin embargo, esta moda existe desde mucho antes, y la masificación reciente hace todavía más riesgoso el uso irresponsable de estos accesorios.
Y es que en Chile y en casi todo el mundo, existe una razón por la cual los lentes se venden con prescripción médica. El hecho de usar lentes de contacto implica un trauma para el ojo, según indican los expertos, pudiendo producir daños inherentes al lente (reacciones alérgicas y corneales) o daños provocados por un mal cuidado del lente (líquidos adecuados e higiene). El mayor problema se origina en el desconocimiento de los cuidados necesarios para el uso de estos lentes que el usuario tiene cuando los compra, lo cual puede hacer en forma clandestina, o a través de Internet.
Para evitar complicaciones, es necesario comprar lentes adecuados para la medida del ojo, ya que por muy blandos que sean, no cualquiera sirve. Los ojos tienen una curvatura, eje y tamaño específicos dependiendo de la persona, mientras que los lentes decorativos están hechos en medidas estándar.
Otra sugerencia de los especialistas es lubricar adecuadamente el ojo con productos certificados; de esta forma, se evitan problemas de oxigenación del globo ocular y úlceras por la presencia de gérmenes.