Dibujo por Catia Gutiérrez @catitax
Si sabemos con certeza que una relación no nos llevará a ninguna parte o que el trabajo que tenemos no tiene que ver con nuestras metas, por qué seguimos ahí. Porqué no somos capaces de movernos y decir “esto no es lo que quiero”.
La verdad, creo que es es mucho más difícil de lo que parece y se necesita harto más que una terapia o un “entrenamiento” para aprender a aferrarnos a nuestras decisiones. Todas hemos intentado alguna vez dejar de fumar, hacer dieta, o terminar con esa relación que te hace mal, sin éxito. Y aunque cada cosa requiere un esfuerzo diferente, me da miedo pensar en que llegado el momento, no nos atrevamos a poner un voto de confianza en nosotras mismas; y que por no tener la fuerza de voluntad necesaria nos terminemos olvidando de nuestros verdaderos objetivos, suframos o simplemente engordemos más de la cuenta.
¿Será que estamos tan empeñadas en lograr cierta estabilidad, en sentirnos cómodas y de cierto modo protegidas de los cambios que no nos aventuramos a “cruzar el río”?