Foto vía Jasmin Bauer
Si hay un tipo de personas que me da cosa en este mundo, es esa que le habla al pololo(a) como guagua. Las minas me parecen ridículas y los minos mamones. Por dios, si hay otras formas de ser tierno.
Lo terrible es cuando estás con una de esas personas. Cómo decirle a tu pololo que no quieres que te haga pucheros ni pronuncie mal las palabras con ojos de gato de shreck. Al contrario, quieres que se porte como un macho, no como tu hijo. Obvio que una quedaría como la mala onda y la insensible. Ya, les compro que a veces -y dejando muy claro que es un chiste- pasa. Pero siempre, agota. Enserio. Hombres “aguaguados” del mundo, ¡paren!
Tengo una amiga que trataba a su pololo como si ella fuera la tía del jardín, diciéndole todo con la trompita estirada. Le “sugería” que se sacara la chaqueta, porque le podría dar calor; que se comiera tal o cual cosa, porque era más sana; o que la pasara a buscar a “x” lugar. Por su puesto, él le hacía caso en todo. Suena terriblemente manipulador, pero aunque lo notaras, cómo negarse a alguien que te dice las cosas con tanto amor sin quedar como “la fría” en el intento.