Sí; por muy extraño que pueda sonar; no comer durante todo el día termina haciéndonos subir de peso. ¿Por qué? Aquí les damos la explicación científica.
Aproximadamente cada 3 o 4 horas el cuerpo necesita nuevamente sentirse enérgico; por lo que empezamos a sentir hambre. Si dejamos pasar el tiempo y no ingerimos alimentos; el estómago envía una señal al cerebro de que existe una escasez de alimento; por lo que el cuerpo inmediatamente comienza a utilizar la reserva de glucosa, produciendo que todos los nutrientes presentes en la sangre se almacenen en forma de grasa – tejido adiposo- para aprovecharlos en otra ocasión.
Por eso chicas! Lo más recomendable es comer pequeñas porciones de alimento –como quesillo, barras de cereal o yogurt- cada 4 horas. De esta forma, no engañamos al estómago; lo hacemos trabajar durante todo el día, evitando almacenar grasa.