Por Loreto Ramírez
Sé que a todas nos ha pasado o nos pasará. Cuando destinas todo tu tiempo a estar con tu chiquillo, dejando de lado la universidad, el trabajo, la familia y las amigas. Nada te interesa de manera individual, sino que todo en pareja. A lo mejor las que tienen novio van a decir que mis palabras son producto de que me encuentro solterona, pero no es así. Con mi último pololo me di cuenta que es muy rico que comparta con tus amigas, tu familia y viceversa. Creo que muchas veces es él quien te quiere en exclusividad, pero la mayoría de las veces, es una la que se aleja del mundo y se cierra.
Al principio puede que esté bien, porque se están conociendo, lo malo es cuando pasan meses, años y luego terminas. Sólo ahí te das cuenta que te quedaste sola, sin nadie a tu alrededor y que no cultivaste la amistad. En ese momento, despertaste y te diste cuenta que tu energía se la diste a la persona equivocada.
Es por eso que me da pena que me absorban, consumir el tiempo de mi hombre y ver a mis amigas absorbidas. Tuve un ex con el que al principio nos juntábamos harto con sus amigos, pero que después sólo quería estar en su casa. Lo que trajo como consecuencia alejarme de mi familia y amigas para ir a encerrarme en su pieza. Lo que, créanme, no es divertido.
Además en algunos casos pasa que entre las amigas y el novio no existe mucha onda como para mezclarlos. Entonces ¿qué se hace?