Muchas no deben saber a qué me refiero, les explico. La pelusa viajera, es esa típica bola de pelos, polvos e hilachas que se va formando diariamente en los vagones del metro. Es algo así como el montón de polvo que se junta en la aspiradora, pero se compone en su mayoría por cabellos de distintos largos y tonalidades de la gran masa de gente que ha pasado por ahí durante el día.
No tengo idea porqué se van acumulando y tipo 9 de la noche, hay varias asechando a los pocos pasajeros que se trasladan a esa hora. La cosa es que con el viento que se produce por el movimiento del tren, la pelusa empieza a viajar, tratando de alcanzar nuestros pies.
Es lo peor. Les juro que cuando la veo, escapo. Me muero de asco que se pegue en uno de mis zapatos o que tenga contacto con alguna parte de mi cuerpo.
Si aún no han tenido el “privilegio” de observar este espécimen, comiencen a fijarse. Cuando sea tarde y el metro esté vacío, de seguro se topan con una. Mi único consejo: HUYAN!