Sé que algunas van a leer el título y van a decir “WTF, qué le pasa a esta mujer”. Bueno, sí chicas, odio el aire acondicionado. Y aunque creo que es la única forma de hacer la tarde en la oficina más agradable, yo muero de frío.
Soy una persona muy pero muy friolenta. Para que tenga calor tengo que estar a pleno sol, en un ambiente con más de 30 grados y sin ni una gota de viento. Por lo mismo, es que cuando llego a la oficina obvio que siento que está caliente, pero para mí se soluciona con abrir un poquito la ventana o la puerta. Con eso quedo perfect!
La cosa es que al convivir con puros hombres, no tengo ni voz ni voto, ellos mueren de calor y tienen el aire en menos de 20 grados, para mí un verdadero suplicio.
Lo peor es que me hace pésimo, inmediatamente me empieza a doler la garganta, ando con tos, congestionada y mientras siga expuesta a esta dinámica no se me va a pasar. Una lata!
Obvio que si no tuviera aire, estaría alegando porque tengo calor. Pero bueno, nadie dijo que las mujeres no somos complicadas.