Quizás sea muy odiosa, pero si no clasifico lo que les contaré como una “cosa de loca” es netamente porque sé que no soy la única. Sí, porque estoy segura de que habemos varias que detestamos que invadan nuestro metro cuadrado para observar la pantalla de nuestro laptop. ¡Terrible!
Detesto que cualquier persona (quien sea) se ubique tras de mí para observar lo que hago en mi computador. Y no porque se trate de un contenido prohibido (lo uso en un 70 por ciento para trabajar, 15 para escribir y otro 15 para diversión como redes sociales, multimedia, etc), sino porque me incomoda sobremanera. ¡Reconozcámoslo! Es una lata tener unos ojos curiosos pegados a cada letra que digitamos, o los videos que vemos. Yo suelo hasta ponerme torpe y mal genio cuando esto me ocurre. Además, escribir es un proceso muy íntimo (al menos para mí) que requiere tranquilidad y concentración. En ningún caso la familia Miranda me proporciona eso.
Creo que el observar fijamente la pantalla del notebook de otra persona es el equivalente a otra cosa bastante antipática que antaño sucedía en el metro. Cuando tu compañero de viaje (ese que va sentado junto a ti) comenzaba a leer descaradamente tu diario, al punto que sentías que casí debías pedirle permiso para voltear la hoja. No es por ser egoísta, pero ¡es desagradable, incómodo y molesto! ¿No les parece? Partiendo de la base de que toda invasión repentina a tu metro cuadrado, siempre te va a caer como un mawashi (quienes practican karate, entenderán)
Les dejo un video para graficar lo que esta acción me produce (y también lo que me dan ganas de hacer al respecto)
A ustedes, ¿también les molesta que otros miren su pantalla?
Foto CC vía Ed Yourdon