¿Habrá algo más exquisito que bañarse en la tibieza del lago Villarrica? Visité esta hermosa localidad sureña en el verano de 2013 y quedé maravillada con sus aguas templadas, deliciosas y perfectas para capear el calor sin morir de frío. Eso, al menos en la homónima ciudad, porque en Pucón las percibí algo más gélidas.
Conocer Villarrica fue maravilloso, ya que desde allí es posible recorrer gran parte de la región de la Araucanía e incluso desplazarnos hasta Valdivia, deleitándonos en la belleza de nuestro sur. Sí, porque esta hermosa localidad dominada por el imponente volcán del mismo nombre, está ubicada a escasos kilómetros de parajes imperdibles, como Pucón y Lican Ray. Además, su estratégica ubicación te permite fácilmente tomar tours tan impresionantes como “los ojos del Caburgua”. Y, si de recorrerla se trata, su centro de artesanías, playas y embarcadero son lo más.
Este apacible poblado, además, es un agasajo de paz y armonía, donde puedes encontrar alojamiento para todos los bolsillos. Todo muy lindo, limpio y agradable. Pero, si de almuerzos se trata, ¡nada mejor que el Centro Gastronómico León! Ofrece los mejores precios de la zona, para una cocina ¡de otro mundo! Allá puedes llenar la guatita muy rico y barato; además ¡pasar a comprar un kuchen para la hora de once es un must! Su ubicación es muy céntrica, ya que está en la principal arteria de Villarrica (Pedro de Valdivia 457) y cuenta con estacionamiento, además de mesitas para degustar sus delicias ¡con las que mi hijo aún delira!
¡Ciertamente, espero que el año vuele, para ver si en verano volvemos a ir! Porque en Villarrica, la belleza, las tibias aguas y la buena mesa son ¡inolvidables! Pero ojo, que también puedes disfrutarla en invierno, dada su cercanía a fantásticas termas como Liquiñe y Coñaripe. ¡Agéndala entonces como destino imperdible!
Foto CC vía Flickr (Huasonic)