Si has sufrido algún golpe, esguince o fractura en una de tus articulaciones, seguro el otoño e invierno no son tus estaciones favoritas. Sí, porque el frío suele hacer recrudecer los dolores óseos y musculares, provocando intensas molestias que no desaparecen hasta el triunfal retorno de la tibieza primaveral. A lo anterior se debe que - conforme a la creencia popular - muchos ancianos aseveren que su dolores auguran torrenciales precipitaciones.
Pero bueno, ¿por qué el invierno causa estragos en nuestros músculos y huesos? ¿Será que nos estamos poniendo viejas? ¡Pues no! Sucede que el frío tiene una serie de efectos directos en nuestro organismo. Por ejemplo, el gasto calórico aumenta con tal de mantenernos a una temperatura adecuada, lo que explica que sintamos esos incontrolables deseos de consumir chocolates y dulces. Además, la tensión corporal también se incrementa, debido a la contracción de nuestros músculos por causa de la baja sensación térmica. Esto hará que nuestras articulaciones también estén rígidas, ya que tendones y fibras permanecerán más “apretados” que de costumbre, lo que generará una presión enorme que es la que finalmente acabará en dolor.
¿Qué hacer entonces para contrarrestar nuestras molestias lumbares, óseas o articulares? Pues bien, se recomienda aplicar calor en las zonas afectadas, lo que permitirá soltar los músculos apretados. En caso de que el dolor se presente en muñecas, tobillos o dedos, es recomendable el uso de guantes o calcetas gruesas que nos mantengan abrigadas.
Si el dolor se localiza más bien en el hueso, un remedio casero que otorga buenos resultados es el brócoli. Así es, porque este vegetal presenta un alto contenido en calcio tanto en sus flores como en sus hojas, por lo que se le considera un poderoso reconstructor y fortalecedor de huesos. Al combinarlo con aceite de oliva y unos toques de romero, potenciamos su acción al obtener una mezcla magnífica de vitamina E, betacaroteno y selenio, excelente trío de nutrientes y antioxidantes que ayudarán a aminorar las molestias.
No olvides que si éstas persisten, lo más recomendable es que visites a la brevedad a un reumatólogo, que te ayudará a descartar enfermedades como la osteoporosis o artrosis (entre muchas otras), prescribiendo el tratamiento indicado para ti.
¡Ánimo y a ganarle al invierno!
Imagen CC JesusDQ